Es evidente que en la era digital los directores de RR.HH. han debido de modificar los criterios en la selección de personal. Ha habido que adaptarse a las nuevas circunstancias que la pandemia ha impuesto. Muchas de ellas vienen marcadas por la transformación digital, donde perfiles que encontramos ahora, hace tres o cuatro año no existían. Los nuevos tiempos han demandado métodos de reclutamiento más ágiles y transparentes. El gran reto, por tanto, viene marcado por cómo se adaptan candidatos y gestores de recursos humanos, al modelo digital.
El COVID-19 ha traído consigo que factores como la resiliencia, la adaptación al cambio, o el aprendizaje, hayan tomado un protagonismo notable para los reclutadores de personal, alcanzando una valoración muy superior a la que tenían antes de la pandemia y donde el compromiso, ha sido uno de los elementos más valorados durante el confinamiento.
La era digital ha puesto de manifiesto que, en igualdad de titulación o conocimientos, el factor diferenciador y determinante para la elección de un candidato, pasa por la valoración de sus soft skills, destacando el pensamiento crítico, la capacidad de innovación y creatividad, la adaptación a los cambios o el permanente interés por el aprendizaje, como determinantes en la selección de un candidato.
El modelo híbrido se ha impuesto, con el consiguiente cambio de metodología
Aquellas compañías que hayan sido capaces de mantener el engagement con sus empleados y transmitir una imagen de marca solvente y sólida, han salido reforzadas tras la pandemia. El enorme esfuerzo que nos sometió la digitalización de emergencia, fue un reto apasionante y extraordinario, donde hubo que improvisar, en muchos casos, una masiva deslocalización de personal.
Tras la pandemia, el reto es adaptarse y trabajar para liderar el cambio digital, fomentando la innovación en los equipos. El modelo híbrido se ha impuesto, con el consiguiente cambio de metodología y de relaciones laborales. El talento se ha convertido en el centro de los negocios y las compañías están focalizando en cómo desarrollarlo. Debe emerger, potenciarse y ser capaz de retenerlo. Es tiempo de reflexión ante el cambio y tras la emergencia provocada por la pandemia, no podemos permitir que la improvisación, marque el futuro.