El sector de la aceituna de mesa española (Asemesa) está preocupado por la poca sintonía que ve entre España y la UE en las negociaciones comerciales. Según señalana desde Asemesa, España no ejerce suficiente presión en las conversaciones.
Es un sector que se está viendo doblemente golpeado: por la crisis del campo y por los aranceles de Estados Unidos.
Así lo ha señalado en "Capital, la Bolsa y la Vida" Juan Camacho, el vicepresidente de Asemesa, la Asociación Española de Exportadores e Industriales de Aceitunas de Mesa.
Hablamos sobre la crisis del campo y los aranceles a la aceituna con Juan Camacho, vicepresidente de Asemesa, la Asociación Española de Exportadores e Industriales de Aceitunas de Mesa
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Camacho estuvo ayer presente en una reunión entre el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas y los representantes del sector olivarero. Y no se quedó muy satisfecho con el resultado.
Señala que fue una reunión bastante concurrida, con varios asistentes. Pero en la que no les dieron datos demasiado esperanzadores en lo que a la aceituna de mesa se refiere. “Nos dijeron que la aceituna está mal, pero que ven nubarrones”.
El problema principal que tienen ahora mismo es el de las aceitunas negras, sobre las que pesan los aranceles estadounidenses desde hace ya dos años. "Es un negocio que lideraba España durante los últimos 50 años y que hemos perdido frente a Egipto y Marruecos".
Pero además ahora están entrando otros competidores de la Unión Europea, que no tienen aranceles, con lo que hay ruptura de mercado. “Solo España tiene aranceles, Portugal y Grecia no los tienen”.
Un asunto que está paralizado en Estados Unidos, a pesar de que la aceituna de mesa española ha ganado una batalla judicial recientemente.
El pasado 20 de enero Tribunal Federal de Comercio Internacional de EEUU fallaba a favor del recurso presentando por Asemesa contra la resolución que imponía aranceles por valor de un 35% a la aceituna negra de España.
Determinaba que las medidas aplicadas por EEUU son abusivas y arbitrarias. "Pero aunque la sentencia salió hace un mes puede tardar más de un año en aplicarse, porque caben recursos".
El Departamento de Comercio tiene que presentar nuevos argumentos para justificar los aranceles en el plazo de 90 días.
Por si la situación no fuera lo suficientemente complicada, el problema puede extenderse a más regiones. Camacho explica que en el último acuerdo firmado entre la Unión Europea y Mercosur, se recoge un arancel del 14% a las aceitunas españolas exportadas a Brasil.
Es un arancel que no pesa sobre otros países europeos. "Vemos que en los próximos 8 años no solo vamos a haber perdido en liderazgo en Estados Unidos, sino también en Brasil". El país carioca es el mayor consumidor de aceituna de mesa de América Latina.
En este sentido, Camacho denuncia que se suelen enterar de los términos de las negociaciones a posteriori, "vemos que no hay buena comunicación, España no tiene peso dentro de la Unión Europea".
Expandirse a otros mercados
Otras cuestiones que trataron con el ministro fueron la promoción de la aceituna española en otras regiones y la reformulación del olivar.
Sobre lo primero, Camacho señala que les parece interesante, ampliar los mercados, "la única forma real de solucionar el exceso de oferta es vendiendo más".
Y para reformular el olivar, para que sea más rentable, desde Asemesa señalan que el problema principal es el agua, "en España tenemos una carencia importante".
En este sentido explican que habría que hacer un plan hidrográfico para mejorar la rentabilidad de todas las fincas, "ya que el agua de ríos españoles se termina usando en fincas portuguesas".