9 semanas después, la ciudad china sigue envuelta en medio del enfrentamiento y los disturbios comenzados por la polémica ley de extradición que el ejecutivo chino quería implantar. Esta ley habría permitido trasladar y juzgar a los arrestados en la China continental, lo que la ciudadanía considera una vulneración de los derechos de los detenidos.
Carrie Lam, jefa del gobierno de Hong Kong, que ya dio por muerta la propuesta el pasado mes, considera que las protestas y revueltas que está viviendo la ciudad están llevando a la misma al caos y a una situación que considera “muy peligrosa”. En una rueda de prensa ha afirmado que “el gobierno está dispuesto a mantener la ley y el orden en Hong Kong y a recuperar la confianza”, además cree que las protestas van más allá de la propuesta de la ley de extradición.
Lam añade también en esta rueda que los cuerpos de seguridad están actuando adecuadamente frente a la presión que soportan desde hace más de dos meses que empezó todo. Durante el día están teniendo lugar 7 manifestaciones más a lo largo de la ciudad al igual que una gran huelga que ya ha obligado a cancelar 230 vuelos y el corte de 8 líneas de metro, total o parcialmente, entre ellas la línea que conecta la ciudad con el aeropuerto.
Hasta el momento, estas 7 manifestaciones convocadas en diferentes partes de la ciudad financiera ya están siendo reprimidas por la policía antidisturbios, en el área de Wong Tai Sin los efectivos han lanzado gas lacrimógeno para frenar las barricadas de los manifestantes y se ha establecido una línea policial.
También, varios trabajadores del parque Disneyland han ido a la huelga, al igual que en el centro comercial New Town Plaza, en Sha Tin, donde el centro entero se ha cerrado y ha sido ocupado por una sentada como protesta contra el gobierno. Ya son varios los centros comerciales, locales y sitios públicos de servicios cerrados durante el día como protesta.
En Tai Po, varios manifestantes han aparecido con banderas estadounidenses bajo el lema "Presidente Trump, libere Hong Kong". Algunos funcionarios abandonan sus puestos de trabajo y se unen a las protestas mientras que los antidisturbios cargan en zona de Admiralty con gases lacrimógenos de nuevo.
A lo largo de la ciudad, varios semáforos han sido saboteados por la ola de manifestantes vestidos de negro y protegidos contra los gases lacrimógenos que la policía está lanzando, las carreteras se han cortado y miles de trabajadores se han ausentado de su puesto de trabajo esta mañana.
Estas protestas que se han saldado con más de 500 detenidos, según ha confirmado la policía de Hong Kong en una rueda de prensa a las 16:55 hora local, buscan que el gobierno no solo retire la propuesta, sino también investigar la “brutalidad policial” ejercida por los cuerpos de seguridad durante las revueltas y el sufragio universal.