La última vez que la Bolsa de Japón estaba en los niveles actuales, el Vogue de Madonna era número uno en los ranking de canciones más escuchadas. Paseando a Miss Daisy levantaba la estatuilla de los Oscar y el Milán de Sachi dominaba el fútbol europeo. Aunque parezca mentira, 1990 queda lejos. Pero todo vuelve, incluso el Nikkei.
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El parquet nipón está en unos niveles que no alcanzaba desde 1990, y los analistas creen que su expansión "acaba de comenzar"
Las causas del éxito
Mientras los mercados asiáticos caen, la bolsa de Japón (TSE) está en su nivel más alto en 34 años después de un tiempo estancada. ¿Por qué?
El regulador nipón (Bank of Japan) ha llevado a cabo una reforma que permita impulsar la eficiencia del capital en el mercado de valores del país asiático, donde uno de los grandes problemas es que las compañías cotizan por debajo de su valor en libros.
Pero el éxito de Japón no se sostiene únicamente sobre la reforma del TSE. Y es que en el país del sol naciente la inflación se comporta de forma diferente al resto. Ha sostenido la cruz de la deflación en un viacrucis que ha durado décadas. Por ende, se ha beneficiado de la inflación derivada de la crisis del Covid 19 y que aún persiste. Es más, su propio Banco Central se ha negado a modificar su política monetaria expansionista.
Cabe señalar una última cuestión determinante para que las acciones de las empresas del Nikkei valgan más que nunca: la inmigración de inversores chinos. Tras las caídas de las bolsas del Gigante Asiático, muchos inversores han decidido mudarse a su vecino para beneficiarse de la tendencia alcista del parquet nipón.