"Silicon Valley Bank jugaba un papel esencial en todo el movimiento de inversión ilíquida", señala Ana Guzmán, directora de Inersión e Impacto de Portocolom.
La caída de este banco estadounidense ha instaurado el pánico en los mercados. Más allá del famoso "riesgo sistémico", hay sectores que estaban en mayor medida correlacionados con el negocio de SVB.
Siempre se ha dicho que la crisis de SVB no sería una crisis al uso. Se hablaba de crisis tecnológica, pero a medida que se digieren los acontecimientos entran en juego otro tipo de activos, como los relacionados con el venture capital o activos no líquidos.
La función de SVB era ayudar a empresas tecnológicas y relacionadas con el ecosistema del emprendimiento a obtener financiación.
"Hemos visto a varias empresas españolas y europeas abrirse una cuenta en Silicon Valley Bank cuando querían captar capital extranjero", apunta Guzmán.
Paradigma para la inversión con impacto
El 2022 fue un año sin "refugio" para las carteras sostenibles, así lo sintieron desde Portocolom. "Hasta ahora había sido fácil justificar que la inversión sostenible era rentable, no obstante, este año sirvió para demostrar que no se pueden esperar años siempre positivos en ninguna inversión".
Aunque este año había empezado con un 'sobreoptimismo' en los mercados, la situación ha descarrilado con la quiebra de varias entidades financieras. ¿Hasta qué punto afecta a la inversión con impacto? ¿Es lo mismo inversión con impacto que la inversión con criterios ESG?
Escucha la entrevista completa a continuación:
La caída de SVB desestabiliza más piezas del tablero de las esperadas y pone en la diana al venture capital