La marcha de más de 400 multinacionales extranjeras de Rusia en apenas un mes como protesta a la invasión de Ucrania ha contribuido a aislar aún más a Putin.
Ante la necesidad de negocios similares a los que se han ido, Rusia ha optado por configurar negocios lo más parecidos posibles, tanto marca como producto.
La configuración de estas empresas que sustituyen a las extranjeras surgen al llegar las peticiones al Instituto Federal de Propiedad Intelectual.
El precedente de lo que ahora está sucediendo en Rusia se encuentra en Crimea, en la región Kentuky Fried Chicken (KFC) se sustituía por Crimean Fried Chicken (CFC)
La cafetería Starbucks también ha sido sustituida por otra con un cartel prácticamente igual, pero con 'patito' en lugar de una sirena y con el nombre Starducks.
Ha sido el propio Vladimir Putin quien ha permitido que todo empresario ruso pueda piratear cualquier producto y software.
Es decir, que en el territorio ruso cualquier persona pueda bautizar a su empresa, producto o servicio como quiera, sin importar que la marca ya esté registrada en otra parte del mundo.
Aunque este no es el primer ejercicio de piratería de marca, ya lo hizo Estados Unidos con la patente de la aspirina creada por Bayer en Alemania en la Guerra Mundial.
España también tiene gemela en Rusia
La marca Zara ya tuvo un intento de réplica en Rusia hace años con ZaraZara, una franquicia fallida con un logo idéntico al de la española.
El decreto del Kremlin, que permite hacerse con patentes, marcas y diseños de empresas extranjeras sin pagar compensaciones, pone en riesgo a que cientos de compañías quieran volver al acabar el conflicto.
También ante la salida de MacDonald's, símbolo cultural estadounidense, con 850 locales en Rusia surge la cadena Uncle Vanya, la cadena de fast food que presenta un claro parecido con el de la
Uncle Vanya presenta en su logo una B en el alfabeto cirílico, que hace alusión a la V del antes comentado Vania, emulando la M de McDonald's.