El que fuera el segundo banco de Suiza, Credit Suisse, va a fusionarse con UBS, después de que también el gobierno helvético haya puesto su granito de arena para evitar un mal mayor y una crisis bancaria en Europa de amplias dimensiones.
Pero en esta fusión bancaria centroeuropea lo cierto es que UBS va a heredar el legado de Credit Suisse. Entre sus carteras encontramos la financiación a empresas renovables, pero también, las dedicadas a los hidrocarburos. Llama la atención la cartera de fracking. Entre los años 2016 y 2021, Credit Suisse financió con más de 14.500 millones de euros las actividades de estas compañías de extracción, según la ONG ShareAction.
Hoy ponemos el foco en UBS y la industria del fraking en EE.UU.
Según Bloomberg, Credit Suisse tenía un índice bancario de suministro de energía de 1,0 en 2021, ¿eso qué significa? que este banco ayudó a financiar tanto proyectos de energía limpia como combustibles fósiles... una proporción mayor que la de sus rivales HSBC o Société Générale... una financiación también ‘efecto invernadero’, que heredará UBS.
¿Confianza verde o hidrocarburos?
¿Qué planteamiento climático desarrollará ahora la entidad? Hasta ahora UBS no tenía activos de extracción de hidrocarburos mediante fracking tan representativos o relevantes como para actuar en consecuencia. Sin embargo, los expertos dicen que UBS está en una mejor posición para integrar el nuevo negocio dentro de los parámetros de la ASG o de sostenibilidad.
¿Qué hará UBS con su compromiso por el clima con esta nueva cartera de fracking y el resto de la cartera de inversión en hidrocarburos? La confianza ‘verde’ en la entidad podría generar un debate cuando se termine de cerrar la operación bancaria del siglo en Europa...