Normalización de la política monetaria. Son insistentes las voces que piden una retirada acelerada de estímulos y, cuanto antes, una subida de tipos lo más agresiva posible.
La Reserva Federal y el Banco Central Europeo quedan en el ojo del huracán porque, a pesar de las presiones no ceden. ¿El error del siglo? Nadie lo dice a las claras aunque la historia nos deja más de un ejemplo que demuestra como actuar tarde, en ocasiones, es contraproducente.
Escucha la entrevista completa en este podcast de Mercado Abierto:
Del Taper Tantrum de 2013 a la subida de tipos de Trichet en 2008 son varios los fallos de los supervisores... pero ¿son sus únicos errores?
En algún momento de su prolífica historia, Albert Einstein nos dejó toda una declaración de intenciones: “en tiempos de crisis”, decía el científico y matemático, “solo la imaginación es más importante que el conocimiento”.
Una máxima que, con los años de por medio, han hecho suyos los bancos centrales de uno y otro lado del Atlántico. A una y otra orilla del Pacífico. El primer ejemplo… el “haremos lo que haga falta”, el “whatever it takes” que desde Londres, en 2012, pronunciaba el por entonces presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi y con el que ponía sobre la mesa toda una declaración de intenciones: nada nos va a parar para salvar, por aquel entonces a las puertas de la desaparición, el euro.
El proyecto que había salvado a Europa y la colocaba en el epicentro del mercado mundial. A pesar de que con el tiempo, la situación se dio la vuelta.
Y todo acabó siendo un error en opinión de Javier Santacruz, analista financiero. Pero la severidad de las crisis, más allá de la de 2008 dejó errores (y víctimas) por el camino.
Las subidas 'a la contra' de Trichet
El más reconocido por la historia, el de Jean Claude Trichet, predecesor de Draghi en la última planta de la torre financiera de Francfort. Julio de 2008. Tormenta perfecta... la crisis financiera no había hecho nada más que comenzar. Nadie sabía que hacer tras el colapso financiero de Estados Unidos. Lehman Brother obligó a la Reserva Federal y al Banco de Inglaterra a actuar: recortaron, varias veces en un año, los tipos de interés para hacer fluir el dinero en una economía con inflaciones desbocadas.
En Europa los precios rebotaban un 4% mes a mes. Y Trichet decidió que lo que había que hacer era subir tipos. Lo hizo: un 0,25% hasta el 4,25. ¿Un error? No, aunque con matices porque el BCE no es el único que se equivoca.
Porque nos lo demuestran los hechos, es un banco central más político que técnico. Siempre a la zaga de una Reserva Federal con un perfil más dinámico, adaptado a los tiempos y el mandado claro: la estabilidad de los precios. Si para controlarlos hay que subir tipos y el mercado corrige… lo que nos dicen los expertos es que esto terminará siendo “inevitable”.
Taper Tantrum de 2013
Mirando ahora hacia Washigton está el conocido como el “Taper Tantrum” de 2013, la FED de Ben Bernanke, sugirió que tras la crisis de las hipotecas subprime todo tenía que volver a la “normalidad” más absoluta y que para ello ralentizarían el ritmo de compras de bonos.
El mercado no se comportó bien y sin ni siquiera pasar a la acciones. La rentabilidad de los bonos del Tesoro a 10 años en Estados Unidos se disparó, sobre el 3% cuando antes de los comentaríos de Bernanke no alcanzaba ni siquiera el 2%. Otro error más.
11-S, petróleo, oro...
Y de aquí al 11-S aunque luego nos tenemos que transportar a los años 70 y 80 del siglo pasado.
Con la fiebre del petróleo cuando que ni crisis ni petróleo, fue un cambio de sistema en el que los errores de los supervisores se hicieron cada vez más palpables.
Algo parecido sucedió en 1929 cuando el amor por el oro del Banco de Inglaterra de Norman Montagu mancilló su legado al apostarlo todo a un metal dorado que no fue capaz de sostener las reservas de, por entonces, uno de los mayores bancos centrales del mundo. Aunque no todo es malo.
¿Cómo será 2022?
Y dicho todo esto… 2022, ¿será el año de los nuevos ‘errores’ de los bancos centrales’? Pues que sí, si como explica Sergio Ávila, analista de IG España no son capaces de acompasar subidas de tipos y crecimiento económico.
Pero qué les pasa a los bancos centrales, pues que como dice Víctor Galán, analista de PlanetaBolsa.com, se encuentran en la “trampa de la liquidez”, de la que no es sencillo salir. Al mercado le va a costar asumirlo pero en el largo plazo, nos dice la historia que en un lustro, los rebotes pueden ser suculentos.
La Reserva Federal ya ha dicho que va a subir tipos para no caer en errores del pasado y lo que nos dicen es que lejos de las especulaciones, lo hará en las próximas siete reuniones de política monetaria que tiene por delante.
El Banco Central Europeo de Lagarde hasta 2023 no quiere mover ni un dedo. Aunque lo que nos dice la rentabilidad del bono alemán es lo contrario. Que las subidas de tipos sobre la moneda única llegan a finales de año y de manera atropellada. El aviso está sobre la mesa.