El agua, la energía, las autopistas o los puertos son bienes de los que no podemos prescindir. Entonces, ¿por qué no invertir en las infraestructuras que nos traen estos servicios? De esto trata el Fondo de la Semana que nos trae Javier Mallo, responsable de Legg Mason con su fondo Legg Mason RARE Infrastructure Value.
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“Si inviertes en este tipo de compañías de manera diversificada, te permite tener acceso a renta variable pero sabiendo que tu capital se ha protegido en los mercados”, explica Mallo.
Se trata de empresas de infraestructura que proporcionan a la sociedad de servicios esenciales, pero sólo aquellas que cotizan en bolsa. “Son compañías más grandes, más líquidas, de mayor calidad, que nos dan los servicios básicos que usamos todos los días”, cuenta el responsable de Legg Mason.
A menos volatilidad, más rentabilidad
En periodos de mayor volatilidad del mercado, estas empresas suelen tener una mayor resistencia. Esto es porque su actividad está soportada por activos físicos y porque tienen ingresos recurrentes. “Podemos predecir con facilidad los flujos de caja futuros de esas compañías”, comenta Mallo.
Para asegurarse de que los inversores obtienen mayor rentabilidad en este fondo se dejan de lado las empresas energéticas, “porque dependen del precio de la energía”. Por eso, integran las compañías de todo el mundo “que brindan ese servicio más esencial”.
Entre las empresas que integran el fondo, hay “grandes multinacionales que son españolas”. “España es el cuarto país con más peso en este sector”, cuentan desde Legg Mason.
El fondo, asegura Mallo, “lo ha hecho muy bien”. Desde su creación, este fondo temático ha tenido una rentabilidad anualizada del 9% y, en lo que va de año, la rentabilidad supera el 20%. “En años como el pasado, el mercado tuvo turbulencias muy grandes y nosotros aguantamos muy bien al evitar esos sustos”, concluye.