El 2023 empezó como un año perfilado para el inversor conservador y por primera vez durante mucho tiempo con oportunidades atractivas para este perfil y todo apunta a que terminará con el mismo sesgo: el defensivo.
Fabricantes de ladrillo, sector consumo o tecnología de nicho (dejando de lado a los 'siete magníficos') son los componentes con los que las firmas de inversión están armando sus carteras para acabar 2023.
EBN Gestión Patrimonial, TreaAM y Panza Capital lo analizan en este vídeopodcast:
Tecnología sí, pero ya con menor peso en las carteras
Por su parte, en TreaAM seguirían en la línea defensiva y apostarían por tecnología aplicada al sector de la salud. "En un sector que se comporta bien en casi todos los ciclos, por lo que, en este caso, la orientaríamos al ámbito de la salud", explica Patricia López, directora de negocio y ventas de Trea AM.
"Las valoraciones en ciertos segmentos son exigentes", añade Borja Rubio Uriarte, Gestor de Patrimonios Senior de EBN, que en este caso estaría algo infravalorado en esta industria pero sin prescindir de ella en sus carteras.
Los bancos tienen el viento de cola
A pesar de que no hay que perder de vista el incremento de las tasas de mora, desde EBN miran al sector financiero en bolsa con buenos ojos y ven 'vientos de cola'.
Mientras que en Panza Capital llevan desde verano armando su cartera con compañías ligadas a la construcción, como los fabricantes de ladrillo, que "han caído un 50% en valoración y tienen una posición dominante en el mercado".