Cuando estalló la pandemia, hace casi un lustro, muchas compañías decidieron habilitar el teletrabajo para que sus trabajadores pudieran seguir cumpliendo con sus funciones desde casa. Una práctica que aparentemente se iba a extender de forma permanente ya que supone un ahorro de costes para las compañías, que pueden reducir su gasto en oficinas, mobiliario, software o alquileres. Sin embargo, cada vez más grandes empresas están anunciando que los empleados tienen que volver a cumplir con su jornada laboral desde la oficina.
British Telecom ha sido la última en seguir esta corriente. La consejera delegada, Alison Kirkby, ha dicho que la compañía impondrá como una obligación acudir a la oficina tres días a la semana. El 35% de los trabajadores acudía como mucho un día a la semana y, de media, iban 1,7 días a trabajar de forma presencial.
Cada vez más empresas están anunciando la vuelta de sus trabajadores a las oficinas, a Amazon o Starbucks se ha unido British Telecom.
Amazon envía a sus trabajadores de nuevo a la oficina
Este no es un caso aislado. El teletrabajo está en peligro de extinción. Desde hace meses es público que los empleados de Amazon dejarán de teletrabajar a partir del próximo mes de enero y tendrán que acudir a la oficina 5 días por semana. El objetivo de la compañía, según se ha publicado, no tiene que ver con mejorar las dinámicas y el ambiente corporativo, sino con aspectos económicos. La estadounidense pretende reducir su plantilla sin recurrir al despido y buscaría que quienes no estén dispuestos a volver al trabajo presencial renuncien.
Otra estadounidense que ha vuelto al trabajo híbrido es Starbucks, que desde 2023 ha dado marcha atrás al teletrabajo. Incluso su nuevo consejero delegado, Brian Niccol, tendrá que recorrer 1.600 kilómetros tres días por semana para acudir a la sede de la compañía en Seattle.
Si miramos a nuestro país, la tendencia es la misma. Casi el 14% de los directivos cree que el teletrabajo empeora la productividad y el 27% de los trabajadores afirma que su empresa ha reducido significativamente el teletrabajo. El 7% afirma que se ha eliminado totalmente esa opción, siempre según datos de un estudio de Eada Business School.
La fórmula preferida es el modelo híbrido. En cambio, los jóvenes de la generación Z, los menores de 25 años, prefieren no ir ningún día a la oficina. Tres de cada cuatro cambiarían de empleo si no pueden teletrabajar.
Según la EPA, el 15% de la población activa teletrabaja. Es decir, todavía hay 3,1 millones de personas que cumplen desde casa su jornada laboral. Por lo que pueda pasar, muchas de ellas es probable que se hayan planteado que tendrán que volver a la oficina en el corto plazo.