Maura Healey, la fiscal general de Massachussets, y Eric Schneiderman, fiscal general de Nueva York, han demandado a Volkswagen, y sus filiales Audi AG y Porsche AG, por el fraude del sistema de control de contaminantes. La compañía alemana ha decidido presentar un avance de sus resultados en la primera mitad de 2016.

Entre enero y junio, la compañía obtuvo un beneficio operativo de 7.500 millones de euros. Una cifra superior a la que esperaba el mercado. Además, mantiene sus expectativas de ventas para finales de año. Esperan que bajen como mucho un 5% respecto a las de 2015.

Volkswagen ha sabido mover ficha cuando la cotización podía bajar, como explica Jesús de Blas, del departamento de renta variable de Credit Agricole-Mercagentes:



“Volkswagen actuó como si estuvieran por encima de la ley. No tenían respeto por las autoridades de este país o de otros países. Pensaban que estaban por encima de la ley. En las quejas que estamos poniendo hoy, los hechos quedan muy claros. Tenemos que garantizar que las sanciones que pagan sean bastante elevadas para que a ninguna empresa de coches ni a ninguna corporación de cualquier tipo piensen que pueden hacer”, sostiene Schneiderman.

El pasado 28 de junio, Volkswagen alcanzó un acuerdo parcial con las autoridades y los consumidores afectados en Estados Unidos. Así zanjó el escándalo de las emisiones ilegales. Pero estas demandas de responsabilidad civil no ven suficiente este acuerdo y han puntualizado que podrían sumarse más estados.