Había rumores de venta que parece que ahora se materializan. Vivendi, el conglomerado de medios francés, estaría pensando en conversaciones con el magnate estadounidense Bill Ackman para venderle un 10% de Universal Music. ¿Qué está pasando?
Escucha la historia completa en este podcast de Mercado Abierto:
Todavía no se ha cerrado la operación, aunque según confirman fuentes a The Wall Street Journal, la compra se podría cerrar por 3.000 millones de dólares
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Terremoto en el negocia musical más grande del mundo, Universal Music. En estos momentos, según The Wall Street Journal, se estaría cotizando la mayor escisión de la compañía de música más grande del mundo.
Una transacción que valoraría a la casa de Taylor Swift, quien nos canta en nuestro telón de fondo de hoy, pero también a la Drake o Billie Eilish en algo más de 42.000 millones de dólares, incluida su deuda, tal y como ha confirmado Vivendi este mismo viernes a través de un comunicado. Factura que superaría (y con creces) a los 30.000 millones de euros que pagó en su momento la francesa a la china Tencent para hacerse con este 10% del accionariado de la discográfica en 2019.
La idea de Bill Ackman es sacar a bolsa este 10% de Universal Music en los mercados estadounidenses. ¿Cómo? A través de una adquisición de propósitos especiales a través de su SPAC, Pershing Square Tontine Holdings, una “empresa fantasma”, por eso de que su única intención es fusionarse con otra a fin de consumar una salida a bolsa, valorada en 4.000 millones de dólares.
Luego, la idea de Ackman pasa por sacar a bolsa este 10% de Universal Music por una cifra que, de momento, se desconoce. Una estrella más en un cielo lleno de ellas tal y como cantan otros de los representados, el mítico grupo de Coldplay.
Sin confirmación
En la operación, según confirman varias personas conocedoras de la operación, las conversaciones están avanzadas aunque todavía no hay nada confirmado.
Eso sí, de consumarse, sería la mayor adquisición de esta naturaleza hasta la fecha superando a la actual “ganadora”, la de la empresa de transporte Singapur Grab Holdings que se firmó por 35.000 millones de dólares.
Pero Universal no solo tiene sellos de los “modernos” también cuenta en su catálogo con el “rey” de los clásicos o los británicos que hicieron del pop historia en el Reino Unido y de su amistad el espejo en el que apartar (un poco) la mirada: The Beatles.
¿La adquisición más reciente? La del hombre de las mil caras, el huracán: Bobby, Zimmy, Luckly… ciento y uno sobrenombres que dan la bienvenida a Bob Dylan.
En estos momentos, de consumarse el accionariado quedaría así: Ackman un 10%, Tencent Holdings un 20% mientras que Vivendi se quedaría con el 10% restante.
Un negocio que gracias a las nuevas plataformas del streaming como Spotify ha vivido una segunda juventud con ingresos anuales de 7.400 millones de dólares por derechos, lo que representa casi la mitad de los ingresos totales que, en los anteriores resultados, declaró registrar Vivendi.
Y este 10%, si nada se tuerce, saldrá a bolsa. Confirmando los planes que tenía Vivendi para Universal que ya confirmaba hace unos meses su intención de segregar el negocio y sacarlo a cotizar en los Países Bajos a finales del ejercicio.
Y de seguir con el pacto hacia delante entre Pershing y Vivendi, esta escisión dejaría al francés Vincent Bollore, como el accionista de referencia en la compañía con su participación a través del conglomerado francés y una participación adicional con la que cuenta a través de la cartera de inversión familiar con la que controla un 16% de la empresa.
Vivendi negocia vender un 10% de Universal Music a la SPAC de Bill Ackman por más de 3.000 millones
Estreno en Países Bajos
Lo seguro es que la transacción tendrá lugar antes de la distribución que Vivendi tiene previsto hacer entre sus accionistas del 60% del capital social de Universal Musical antes del salto al parqué en la Bolsa de Ámsterdam de la discográfica, en la que el grupo francés de medios pasaría a controlar únicamente el 20%.
La operación también dejaría a Universal “repartida por el mundo” con tres grandes centros de decisión en Estados Unidos, Europa y Asia.
Parece entonces que, como nos dice The Weeknd, las luces de Universal Music todavía son "cegadoras".
Con todo y con ello, esta operación no convence a todo el mundo. El fondo de cobertura activista Bluebell Capital Partners ya ha pedido al regulador del mercado francés que investigue este plan de escindido de Vivendi porque, dicen, no está claro que los términos del acuerdo sean como anuncian desde la empresa.
Por el momento, su rival principal Warner Music, que debutó en los mercados norteamericanos en junio de 2020, ronda los 19.000 millones de dólares de capitalización.
Sin embargo, los planes todavía son incipientes y la salida a bolsa no será inmediata. Antes Vivendi también propone un cambio en estructura directiva para que la mayoría de directores independientes y que los accionistas tengan la libertad de designar directores de acuerdo con las condiciones de mayoría a la que le obliga la ley.
Por el momento, lo que sabemos es que ni Vivendi ni el conglomerado familiar Group Bollore que lo controla tienen la intención de estar representados en el directorio de Universal y es que su relación, como dice Lady Gaga, se asemeja (y mucho) a un mal romance.
Así las cosas parece que los rumores que hace ya tiempo sonaban, se van confirmando. No hay nada decidido y las conversaciones, como hemos dicho, son incipientes, pero todo apunta a que Universal Music sale a bolsa, con tres padrinos “internacionales” sobre la cuna y un futuro prometedor por delante.