La empresas alemanas están más desanimadas que durante la pandemia. Según una encuesta realizada por la Asociación de Cámaras de Industria y Comercio Alemanas (DIHK) entre 24.000 empresas, el 52% de las empresas alemanas prevé un deterioro de su negocio en el próximo año.
La crisis energética y la sombría economía mundial perjudican las perspectivas empresariales. "Este es el peor valor que hemos medido desde que comenzó la encuesta en 1985", ha dicho Martin Wansleben, presidente de la DIHK. Según los datos de la encuesta, las empresas alemanas nunca han estado tan preocupadas por las ventas, y temen "que lo peor está por llegar".
La economía germana ha salido mal parada del aumento de precios debido a la reducción de suministro de gas ruso. Un 82% de las empresas encuestadas considera que los precios de la energía y las materias primas son un riesgo para su negocio.
De hecho, uno de cada cuatro fabricantes de productos químicos y uno de cada seis de automóviles ha tenido que cerrar la producción. Además, el 17% de los fabricantes de automóviles está considerando trasladar su producción al extranjero, según los datos de la DIHK.
El Gobierno ya ha aprobado un paquete de emergencia de 200.000 millones de euros para subvencionar los precios del gas y de la electricidad, pero el plan aún está pendiente de aplicarse.
Las exportaciones e importaciones caen
Las exportaciones alemanas cayeron un 0,5% en el mes de septiembre, mientras que las importaciones cedieron el 2,3%, según los datos facilitados por la Oficina Federal de Estadística. Un sondeo de Reuters había previsto un aumento de las exportaciones de una décima, mientras que la caída de las importaciones se esperaba del 0,4%.
La mayor parte de las importaciones procedieron de China, el mayor socio comercial de Alemania, que registró un aumento del 5,4% en septiembre, mientras que las exportaciones a China disminuyeron un 2%, según la oficina.
El Canciller alemán, Olaf Scholz, viajará a China esta semana, en un viaje que dará pistas sobre la intención del país germano de reducir su dependencia económica del gigante asiático.