Toyota Motor publica unos resultados récord en cuanto a beneficio operativo como resultado del rebote post pandemia. Sin embargo, evitan elevar previsiones por el aumento de los contagios a nivel mundial y la falta de microchips.
El mayor fabricante de vehículos del mundo informa de que en el trimestre abril-junio logró un beneficio neto de 6.935 millones de euros, un 465,36 % más que hace un año. Así, supera las expectativas, que se quedaban en 5.803 millones. Además, el EBITDA experimenta un incremento interanual del 963,62% y se eleva hasta los 9.711 millones.
Los volúmenes de facturación del primer cuatrimestre de Toyota han visto una recuperación de niveles pre pandemia, y un ratio de coches eléctricos considerablemente estable. Según la compañía, el crecimiento de la de los últimos meses se debe al buen trabajo realizado por proveedores y concesionarios, además de la "mejora de la competitividad de los productos" y de los "modos de trabajo eficientes".
Expectativas anuales
Toyota mantiene el pronóstico anual de beneficios operativos de 22.930 millones de dólares. La compañía achaca esta falta de elevación de previsiones a las "incertidumbres que se plantean durante y después del segundo trimestre (julio-septiembre)", en las que se incluyen la pandemia y la actual escasez global de circuitos integrados. Como resultado, la cotización de la compañía caía la pasada jornada hasta un 2%, arrastrando las pérdidas de la mañana, con algunos inversores decepcionados. Finalmente, ha cerrado la sesión con pérdidas del 0,85%.
Espera que su ganancia operativa crezca un 13,75 % hasta los 19.306 millones de euros y que sus ingresos por venta aumenten en un 10,23 % hasta sumar unos 231.666 millones de euros. De este modo, Toyota prevé un beneficio neto de unos 17.762 millones de euros para todo el año fiscal, lo que implica un 2,44 % más que en el ejercicio anterior.