Mientras la tasa Google no termina de llegar en España, en otros países de Europa se sigue avanzando en este sentido, para tratar de evitar la "ingeniería fiscal" que elaboran estas compañías, a pesar de las amenazas de Donald Trump con tomar represalias.
El Gobierno de la República Checa, formado por los liberales y socialdemócratas, ha dado luz verde a su propia tasa Google. Se trata de una tasa digital del 7% sobre los ingresos que generen en el país las grandes compañías tecnológicas, conocidas como GAFA (Google, Amazon, Facebook y Apple).
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La iniciativa todavía tiene que pasar por todo el trámite parlamentario. Si sale adelante, entrará en vigor el 1 de enero de 2020. Afectará a las grandes empresas cuyos ingresos globales superen los 750 millones de euros y que obtengan ganancias por publicidad, servicios de pago en redes sociales y venta de datos sobre usuarios en el país europeo.
Esta nueva fiscalidad también va a aplicarse a otras plataformas digitales y de servicios como Airbnb (de alojamiento) o Uber (de transporte).
El gravamen está por debajo del impuesto de sociedades, que en el país alcanza el 19%. Con la tasa Google, el gobierno de país quiere ingresar unos 200 millones de euros al año.
Europa lucha contra la "ingeniería fiscal"
Este tipo de plataformas suelen tener su sede fiscal dentro de la Unión Europea en países con impuestos de sociedades más bajos que el resto, como pueden ser Irlanda o Luxemburgo.
El pasado mes de julio, Francia también daba luz verde a la llamada “tasa GAFA”, del 3% sobre los ingresos de estas compañías. Algo que hizo que Donald Trump amenazase con imponer aranceles a las importaciones de vino francés.
Esto a su vez provocó las advertencias de la Unión Europea: Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo, amenazaba con represalias si EE.UU. imponía aranceles al vino galo.
También Italia quiere aprobar un impuesto específico para gravar a las grandes empresas digitales. Ya se introdujo en los presupuestos de 2019, pero no llegó a promulgarse. El ministro de finanzas del país asegura que la norma entrará en vigor en enero de 2020.
Y Reino Unido, sumido ya en campaña electoral, el candidato laborista, Jeremy Corbyn también ha hablado de subir los impuestos a compañías como Google o Amazon.
La OCDE, encargada de crear un sistema único
Los ministros de Finanzas del G7 ya llegaron a un principio de acuerdo sobre este asunto en julio pasado. Se le encargó a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) que prepare una estructura de cara enero, para que se llegue a una decisión definitiva sobre el impuesto antes de finales de 2020.
Francia asegura que eliminarán el impuesto nacional cuando se llegue a un mecanismo internacional consensuado para el mismo fin.
En España también hay un proyecto para aprobar un impuesto similar, que está en suspenso, pero que el PSOE y Unidas Podemos podrían recuperar.
La canciller alemana, Angela Merkel, señaló que ya están trabajando en ello, los países de la OCDE y que si consiguen llegar a esa solución conjunta para 2020, sería algo muy beneficioso “para todos”.
En el punto de mira de esta tasa estaría sobre todo Google, Amazon, Facebook y Apple.
El objetivo de esta legislación internacional es que las grandes tecnológicas, sobre todo las estadounidenses, paguen más impuestos en los países donde generan su negocio y no solo allí donde domicilian sus sedes.