Rusia saca provecho del petróleo. Se le sanciona, pero sigue vendiendo. No es novedad que el crudo financia a Vladímir Putin en Ucrania. Hay quien compra: se habla de China, la India y, por supuesto, la Unión Europea, pero como en cualquier operación de mercado se necesita un intermediario.

Clásicas como Trafigura o Glencore salen despavoridas por lo que Occidente pueda hacerlos, pero por cada ausencia, alguien aprovecha el momento. ¿Quiénes son los que ayudan al Kremlin a seguir en pie?

Escucha la historia completa en este podcast de Mercado Abierto:

Estos son los 'enanos' que ayudan a Rusia a seguir colocando el petróleo

Paramount Energy & Commodities S.A. y Coral Energy aprovechan la guerra en Ucrania como una oportunidad para posicionar su negocio frente a gigantes como Trafigura, Vitol, Glencore y Gunvor

Pasan desapercibidos, pero sacan tajada de una guerra que hunde la economía y habla de un futuro más negro que blanco y no solo por lo teñido del crudo. Los gigantes se retiran del mercado y ellos entran en acción.

Paramount Energy & Commodities S.A. y Coral Energy son sus nombres. Pareja que The Wall Street Journal coloca en el mapa por ser los que, tras mucho investigar, se ha descubierto que compran el petróleo ruso que ya nadie quiere, pero nadie, nadie, al menos en cuanto a Occidente y por metonimia, Estados Unidos y la Unión Europea, principalmente, nadie quiere asumir el riesgo de comerciar con Rusia, pero los descuentos que ofrecen son suculentos. Petróleo bueno, bonito y barato.

Por cada cargamento empresas como las citadas se pueden embolsar cerca de 20 millones de dólares, según el tamaño de cada uno de los buques. ¿Y esto cuánto es de más? Unos 600.000 dólares si comparamos las facturas que se abonaban antes de que el pasado 24 de febrero comenzara la guerra en Ucrania.

Visto esto podrían ustedes preguntarme que, si se sabe que comercian, por qué no se les sanciona. Porque hecha la ley, nos dice nuestro sabio refranero popular, hecha la trampa. La Unión Europea impide hacer negocios con el productor que todos conocemos, el vinculado a las altas esferas del Kremlin, Rosneft.

Por su parte, un país históricamente neutral como Suiza y que, por cierto, esta semana en Davos decía que quería mantener esta posición de no meterse en líos ha promulgado nuevos cortes comerciales con Trafigura, Vitol, Glencore y Gunvor.

Una realidad que ha abierto la puerta a una oportunidad más que lucrativa para los comerciantes más pequeños que antes, por las dimensiones de su competencia, no podían acceder a esta mercado.

La economía euroasiática necesita vender, aproximadamente, 3 millones de barriles de petróleo que exporta por mar cada día, un volumen que ha caído desde los 3,7 millones de abril, según los datos de Kpler.

¿De quién hablamos?

Viendo esto, ¿quiénes son los comerciantes de los que estamos hablando? Paramount es una pequeña suiza de Ginebra que intercambia unos 163.000 barriles diarios. Es propiedad de un empresario de Países Bajos, Niels Troost. Ahora se quiere centrar en operaciones en Dubai y desde allí trabaja para evitar las sanciones europeas.

Lo que ha hecho Troost es comprar crudo a empresas independientes en virtud de contratos a largo plazo firmados antes de la invasión de Ucrania, allá por 2020 y esto le permite operar sin multas.

Uno de sus proveedores es Concept Oil Services, firma afincada en Hong Kong fundada por Michael Zeligman que adquiere materia prima de productores rusos, incluida la subsidiaria estatal de Gazprom.

Al tiempo, la estructura de Troost diverge por otros caminos. Tenergy Trading también es suya. En este caso, comercializa derivados de petróleo con International Petroleum Products, propiedad de un oligarca ruso, Gennady Timchenko otrora aliado de Vladímir Putin.

La capacidad de empresas como Paramount para enviar petróleo es crucial para Vladímir Putin. Las ventas de petróleo y gas representa el 45% del presupuesto federal de Rusia, según los números de la Agencia Internacional de Energía. Los altos precios de la energía, impulsados ​​en parte por la guerra, llegan ahora las arcas del Kremlin.

Luego tenemos el caso de Coral Energy, también operando desde Dubai, que ha incrementado el volumen de petróleo ruso en un 25% en abril en comparación con los que operaba en marzo. Esto son unos 260.400 barriles diarios de crudo y productos refinados. En lo que llevamos de mayo, promedia una importación de unos 213.600 barriles diarios.

Fundada por el empresario azerí, Tahir Garayev, en 2010. El petróleo ruso representaba alrededor de una quinta parte del negocio antes de la guerra, y ahora importa de Rosneft un 25% de lo que vende.

Para eludir las restricciones de Occidente, Rosneft ofrece mejores condiciones para clientes como Coral y así Putin sigue ingresando dinero. Petróleo que 93 días después sigue financiando la muerte. Estructuras fiscales complejas quedan al descubierto y aun así, los tanques sobre el terreno bombardeando a civiles que poco entienden de todo esto.