Las empresas españolas están preocupadas por cómo la evolución del coronavirus pueda afectar a su negocio. La ralentización ya se está notando. Ahora la pregunta es hasta dónde va a llegar. Desde la Cámara de Comercio creen que si no se controla antes de verano, habrá incluso recesión en algunos países.
Así lo ha explicado en "Capital, la Bolsa y la Vida" su presidente, José Luis Bonet. Puedes escuchar la entrevista completa en el siguiente podcast:
José Luis Bonet, presidente de la Cámara de Comercio en España, señala que si antes del verano no se ha controlado la extensión del coronavirus, el efecto en la economía sería grave, pudiendo causar incluso que algunos países entre en recesión.
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Bonet señala que ahora la prioridad de las empresas es minimizar daños. Están adoptando medidas de prevención contra el coronavirus, como reducir viajes o fomentar el teletrabajo en la medida de lo posible.
Y en cuanto al desarrollo económico de las empresas, están también buscando alternativas en la cadena de suministros, ya que muchos llegan de las zonas de riesgo y los envíos en algunos casos se están viendo afectados.
En cuanto a esa alerta de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que decía que hay países que no están haciendo lo suficiente, Bonet no cree que sea el caso de España. "La situación no es tan grave, hay que tomar medidas, pero no hay que alarmar", explica.
Apoyo económico por parte del Gobierno
Algunos países y regiones han aprobado medidas de estímulo, como moratorias en la devolución de créditos para las empresas, como en Corea del Sur o Italia, especialmente afectadas por el coronavirus. En Hong Kong incluso se han dado ayudas directas a los ciudadanos.
En este sentido, Bonet cree que todavía no es necesario llegar a esas medidas en España. Pero sí piden al Ejecutivo que no cargue con más presión fiscal a las empresas, en un momento tan delicado.
Sobre qué puede pasar en los próximos meses, "el daño ya existe, pero todavía no es muy importante. Aunque si esto dura mucho, puede ser extraordinariamente grave", señalan Bonet.
Recuerda además que las últimas previsiones de la OCDE apuntan a que, en el peor de los escenarios, el crecimiento mundial puede reducirse a la mitad en 2020, hasta el 1,5%.
Esto provocaría que algunos países entrasen en recesión y se registrase un aumento del desempleo.