El Banco Santander se va a quedar con su Ciudad Financiera, en el municipio madrileño de Boadilla del Monte y que alberga los servicios centrales del grupo, tras alcanzar un acuerdo con Simon y David Reuben.
Esta Ciudad Financiera se planificó cuando la entidad estaba presidida por Emilio Botín, para ahorrar los costes de los 23 edificios que poseía y utilizaba el grupo en Madrid capital.
El proyecto, que fue diseñado por el arquitecto irlandés Kevin Roche, costó 480 millones de euros e incluyó la construcción inicial de nueve edificios, 400mil metros cuadrados y más de 5mil plazas de aparcamientos.
En 2008, Emilio Botín vendió el complejo por 1.900 millones a Marme Inversiones, liderado por Glenn Maud y Derek Quinlan, firmando un contrato de alquiler de 40 años por 6891 euros al mes. Sin embargo, Marme Inversiones cayó en bancarrota por no poder afrontar las condiciones de los préstamos que necesitó para la compra y entró en concurso de acreedores, siendo los hermanos Reuben la mejor opción como administradores concursales, habiendo presentado una puja por encima de los 3mil millones de euros. Los Reuben Brothers son un grupo de inversión privado especializado en la promoción inmobiliaria y en financiación de deuda.
Es entonces cuando Ana Botín decidió negociar directamente con ambos para lograr un acuerdo que hiciera posible que el banco recuperase su Ciudad Financiera, y lo ha conseguido: el grupo comprará su complejo "por un importe que no ha trascendido" y que incluiría una indemnización a los hermanos Reuben.
Algunas fuentes aseguran que el banco adquirirá su sede por unos 25 millones de euros menos de lo que ofertaron los Reuben Brothers en el concurso, es decir, unos 2.975 millones de euros.
Ahora, la entidad pretende llegar a acuerdos con algunos de los principales acreedores de Marme Inversiones, que siguen siendo los propietarios del complejo.