El Banco Santander obtiene un beneficio atribuido de 3.675 millones de euros en el primer semestre del año. Gracias en gran parte al ajuste del valor de sus filiales en Reino Unido, Estados Unidos y Polonia, la empresa consigue superar las pérdidas récord del mismo período en 2020, que llegaron a ser de 10.798 millones.
Dado que el Banco Central Europeo ha levantado la prohibición de reparto de dividendos de bancos entre accionistas, Santander apunta al payout de hasta la mitad del beneficio ordinario.
Resultados semestrales
Los ingresos del semestre ascendieron a 22.695 millones de euros, un 8% más que en la primera mitad de 2020 (sin tener en cuenta los tipos de cambio). Apuntan al crecimiento de los volúmenes y los positivos en todas las regiones como las causas de este aumento.
El margen bruto, teniendo en cuenta los ingresos, crece un 1,9% interanual y alcanza los 22.695 millones. En ello han tenido que ver el aumento de los créditos (+2,1%) y de los depósitos (+5,6%).
Por otro lado, la tasa de morosidad se redujo una vez más, hasta el 3,22%, desde el 3,26% de junio de 2020. Además, el coste del crédito mejoró por las menores provisiones dotadas hasta el 0,94%, en comparación con el 1,26% anterior.
Superación de previsiones anuales
Desde abril hasta junio, la empresa bancaria presenta un beneficio de 2.070 millones de euros, gracias a menores provisiones y un buen comportamiento del negocio en Estados Unidos y Reino Unido. Con estos datos, Ana Botín ha asegurado que van en camino de superar previsiones para final de año y, por ello, mantienen la intención de retomar una remuneración a los accionistas de entre el 40% y el 50%.
"Nuestro compromiso con la banca responsable y la transformación digital dan sostenibilidad y calidad a nuestros resultados, inversión que es clave para nuestro éxito futuro y permite que mejore nuestra ratio de eficiencia, hasta el 45,7%, y la satisfacción de clientes siga aumentando", asegura la presidenta del grupo.