La surcoreana Samsung prevé más beneficio operativo a pesar de la retirada global de los Galaxy Note 7. Estima que crecerá un 5,5% hasta casi 7.000 millones de dólares en el tercer trimestre gracias a la mayor demanda de chips de memoria y pantallas. Esta cifra está por encima de lo previsto por la mayoría de los analistas.
La mayoría de las estimaciones han reflejado que la retirada masiva del Galaxy Note 7 le costará 805 millones de dólares. El gigante tecnológico comenzó a vender este producto el pasado 19 de agosto pero comenzó a congelar su distribución después de que se registrasen casos en los que el dispositivo se incendió durante el proceso de carga. Un fallo, que le ha obligado a retirar 2,5 millones de aparatos en todo el mundo.
Samsung no ha ofrecido previsiones sobre su beneficio neto. Publicará sus resultados empresariales correspondientes al tercer trimestre del año a finales de octubre.
Los chips de Samsung suavizan la crisis del Galaxy Note 7
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