La compañía surcoreana logra en el segundo trimestre un beneficio operativo de casi 7.200 millones de dólares, un 18% más que en el mismo periodo de un año antes. La cifra es la más alta desde el primer trimestre de 2014 y ha hecho que Samsung se muestre optimista de cara a la segunda mitad del año donde espera unas “sólidas ganancias” gracias a sus ventas de chips de memoria, paneles LCD y OLED, y otros componentes electrónicos.
El beneficio neto del grupo entre abril y junio aumenta un 1,7% hasta los 5.150 millones de dólares, en comparación con el mismo periodo del año anterior. En cuanto a las ventas en el segundo trimestre, Samsung comercializa productos por valor de 44.860 millones de dólares, un 4,9% más en el mismo tramo del año pasado.
Esta mejora en sus cuentas se debe a las mayores ventas de sus productos insignia como el Galaxy S7 y S7 Edge y el aumento de la demanda en todo el mundo de móviles de gamas más bajas. La división de informática y comunicaciones, que incluye los dispositivos inteligentes, mejoró sus ventas casi un 2% hasta los 23.390 millones de dólares, cifra que representan más de la mitad de los ingresos de la compañía. También destaca la mejora de su unidad electrónica de consumo, con un aumento en las ventas de un 3,1% respecto al año anterior. El beneficio neto de esa unidad se multiplica por 5 gracias a la fuerte demanda de algunos productos de gama alta como televisores, frigoríficos y aparatos de aire acondicionado.
No obtiene tan buen resultado la división de semiconductores y paneles de visualización, que pierde fuelle entre abril y junio con un beneficio operativo interanual un 29,7% más bajo a pesar de registrar un ligero aumento en ventas.
El Galaxy S7 impulsa a Samsung
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