La Autoridad de Conducta Financiera (FCA, siglas en inglés) investiga el fallo informático del banco TSB, propiedad del español Banco Sabadell, que afectó a más de un millón de clientes. Los problemas técnicos surgieron por la fallida migración tecnológica de sus sistemas informáticos.
"Normalmente no hacemos pública la información (sobre una investigación), pero dado el nivel de interés público, queremos dejar claro que vamos a realizar este trabajo", ha señalado el director ejecutivo de la FCA, Andrew Bailey, en una carta enviada al Comité de Tesorería parlamentario.
"La FCA no está satisfecha con las comunicaciones del TSB con sus clientes y nos preocupamos de que el TSB no fuese abierto y transparente sobre los problemas experimentados", señala. La carta de la FCA, fechada el 30 de mayo, señala que un número significativo de clientes de TSB había tenido serios problemas como la pérdida de acceso a sus cuentas, largos periodos de espera en las llamadas a las líneas de ayuda al cliente y grandes colas en las sucursales.
Nicky Morgan, presidente del Comité de Tesorería, ha comentado que “está profundamente preocupado por la mala comunicación de TSB sobre la escala y naturaleza de los problemas a los que se ha enfrentado, por su respuesta a los clientes y por la calidad y exactitud de la evidencia oral y escrita proporcionada por Pester".
Precisamente está previsto que el director ejecutivo de TSB, Paul Pester, testifique hoy en ese Comité de Tesorería para explicar cómo el banco manejó la crisis. Un portavoz de TSB ha señalado que están centrados en hacer todo lo que sea necesario para poner las cosas en orden con los clientes y que ninguno de ellos salga de su cartera de clientes por estos problemas tecnológicos.
Las explicaciones de Pester del pasado 2 de mayo, cuando compareció por primera vez, fueron muy criticadas y hoy volverá a someterse a un nuevo escrutinio y algunos analistas creen que podría ponerse en riesgo su permanencia al frente del banco.
La introducción de un nuevo sistema informático en el TSB impidió a sus clientes a finales del pasado abril hacer a través de la red transacciones bancarias y verificar el estado de sus cuentas.
Los fallos se registraron en las aplicaciones móviles y la página web de TSB cuando el fin de semana del 21 y 22 de abril se instaló una nueva plataforma de software para sustituir el sistema de Lloyds Banking Group, antiguo propietario del banco.
El regulador británico investiga los fallos informáticos del TSB
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