Sillicon Valley se está quedando sin gente. Las grandes empresas tecnológicas están abandonando la meca de la tecnología, al parecer, sin causa aparente que las motive, pero con fuertes motivos económicos como telón de fondo. ¿Qué pasa en este paraje de California en el que ahora nadie parece querer estar?
Las grandes tecnológicas están abandonando de manera "sorprendente" la bahía de California y aterrizando el Texas
Oracle, McKesson, Charles Schwab, Tesla e incluso Hewlett Packard están haciendo el petate para salir disparados de la bahía de California en cuanto la pandemia se lo permita.
Precisamente el coronavirus y la flexibilidad laboral impuesta ha hecho que muchos trabajadores hayan abandonado sus residencias habituales en los grandes centros tecnológicos de Estados Unidos como San Francisco, Boston o Nueva York y hayan emigrado hacia otras ciudades con mejor calidad de vida y, porqué no decirlo, mucho más baratas.
Antonio Neri, presidente y CEO de Hewlett Packard asegura que el traslado ha sido, ni más ni menos, que un regalo a sus trabajadores que, dice, quieren pasar más tiempo en casa
Nada parece tener que ver que Houston en Texas a dónde se va la compañía no cobra impuestos sobre las rentas, ni de ganancias de capital, ni de la renta corporativa.
Oracle se da de baja
El último en saltar del barco ha sido el gigante de las bases de datos, Oracle, una empresa que ya parecía que la había puesto allí el ayuntamiento de San Francisco por los años que llevaba la compañía en su bahía, pero que ahora quiere cambiar de aires.
El gigante tecnológico de 180 mil millones de dólares se va a Austin, también en Texas.
El caso es que Oracle ha proporcionado pocos detalles con respecto a este movimiento y no dice más que estar implementando nuevas políticas de trabajo “remoto”.
Y, bueno, no podemos hablar de Estados Unidos sin que salga el nombre de Elon Musk a la pizarra. El controvertido CEO de Tesla ya en mayo fue de los primeros directivos en decir que se iban de Palo Alto que aquello ya no le gustaba que era todo muy caro.
”Han estado ganando durante mucho tiempo y creen que tienen las compañías aseguradas” espetaba Musk en agosto durante unas jornadas de verano del Wall Street Journal.
Además cabe destacar que los responsables de Dropbox, Splunk y Dell, también han trasladado su residencia habitual a Austin, junto con empresarios del capital riesgo como Joe Lonsdale, el cofundador de Palantir.
Lo que sí es cierto es que estas salidas de alto perfil están removiendo conciencias en Silicon Valley y quitando algo de brillo a la reputación de la zona como la capital tecnológica del mundo.
California es, tras Washington DC, la capital del país, el estado con el precio medio de la vivienda más cara de todo Estados Unidos. De media, el precio de una vivienda ronda los 600.000 dólares en California, aunque en ciudades como Palo Alto o Cupertino, donde tiene su sede Apple, supera ampliamente los dos millones de dólares.
Los orígenes de "la meca"
La realidad es que durante gran parte de la última década, este área de la Bahía de San Francisco se ha esforzado por absorber el tórrido crecimiento del sector tecnológico desde que en 1971 el periodista Don Hoefer acuñara el término Silicon Valley a esta zona geográfica, hoy meca del frikismo y la tecnología, nacía al albor de un grupo de exalumnos de la Universidad de Stanford que fundaron una empresa de computadoras bautiazada, curiosamente, como Hewlett Packard.
A medida que el número de ingenieros altamente remunerados aumentaba, el coste de la vida se disparaba, aparecían ya los primeros atascos y crecían sin medida el número de personas sin hogar.