El cambio de estrategia de la holandesa Philips está dando sus frutos: más salud, más dispositivos médicos y menos electrodomésticos. En el primer trimestre sus cifras han batido previsiones con una subida del beneficio operativo de un 15% hasta los 344 millones de euros. Lo ha hecho gracias al incremento de la demanda de sus equipos médicos por parte de clientes chinos y norteamericanos además de hospitales de Reino Unido y Canadá.

La compañía se ha ido transformando y ha puesto su foco en el sector de salud y ha dejado atrás el negocio de los electrodomésticos donde los fabricantes asiáticos le estaban haciendo mucho daño y también va abandonando su negocio de iluminación y bombillas tras la escisión de su negocio Philips Lighting.


Su consejero delegado, Frans van Houten, señala que todavía queda mucho trabajo por hacer pero "2018 ha comenzado bien" con unas ventas comparables que han subido un 5% y los nuevos pedidos han repuntado un 10%. De esta forma reafirma el objetivo de crecer en ventas entre un 4% y un 6%. El crecimiento ha sido más fuerte en la división de ultrasonido, escáneres médicos y otros equipos hospitalarios en China y Estados Unidos.

En una entrevista en Bloomberg TV, Van Houten, ha señalado que la compañía está interesada en crecer mediante compras en el sector salud.

Las acciones de Philips son las que mejor se comportan en el Eurostoxx50 con subidas de un 4%.