El conglomerado brasileño, involucrado en uno de los mayores casos de corrupción del país, ha solicitado en Sao Paulo acogerse a la ley de quiebras de Brasil, siendo la mayor solicitud de quiebra del país sudamericano.
La deuda total suma unos 21.400 millones de dólares (13.100 millones en deudas pasivas de reestructuración). Se sitúa por delante de Oi, una de las mayores compañías de telefonía del país que se declaró en bancarrota en 2016.
Odebrecht explica que la decisión se tomó para lograr una conclusión exitosa de su proceso de reestructuración financiera de forma “coordinada, segura, transparente y organizada” ante el “vencimiento de diversas deudas, la concurrencia de hechos imprevisibles y los recientes ataques a los activos de las empresas". Además señala que esta petición no agrupa a algunas de sus empresas que ya se habían acogido a esta ley el pasado mes.
Pese a la solicitud, el grupo mantiene su actividad, tanto sus empresas como auxiliares y el conglomerado en sí mismo. Odebrecht se vio envuelto en uno de los mayores escándalos de corrupción a nivel internacional en los últimos 10 años por el pago de sobornos a políticos a lo largo de Sudamérica y África.
Mientras, la compañía brasileña ha firmado acuerdos, que incluyen el pago de multas, con varios países para enmendar sus actos y tratar de cerrar otros pactos similares.