El Foco de Mercado Abierto lo ponemos en Noruega porque la Comisión Europea – al menos, algunos de los socios – después dejar de lado a Rusia se lanza a los brazos de otros suministradores.
Noruega, en el foco después de que parte de los esfuerzos de los 27 pasen por la riqueza energética fósil de Oslo.
Escucha la historia completa en este podcast de Mercado Abierto:
El país escandinavo está abierto a suministras gas a la Unión Europea, pero no a cualquier precio porque la caída de la producción de petróleo "alguien tiene que pagarla"
Allí quieren seguir trabajando lo decía en la Eurocámara este miércoles la presidenta del Ejecutivo comunitario, Úrsula von der Leyen. Quieren trabajar para reducir los precios del gas. No podemos pagar tanto y los equipos de trabajo están preparados para conseguir unas rebajas energéticas en la próxima temporada otoño-invierno.
Lo que no está claro es que un socio como Noruega quiera ayudar tanto como pensamos porque no es un país miembro de la Unión Europea (UE) y, si bien somos aliados, en Oslo hablan de aquello de “juntos, pero no revuelts”.
Y es que lo decía, ayer mismo, Jonas Garh, el que es primer ministro de Noruega, nos suelta aquello de que somos socios, pero también habla de que su país quiere mantener estables – y dentro de las normas del mercado libre – los precios de su gas.
A su juicio, intervenir sería más un problema que una solución porque la oferta se terminaría reduciendo. Y, dicen, por dar gas dejo de producir petróleo y no me salen las cuentas.
La clave de Oslo
Noruega se ha convertido, en los últimos meses, en el mayor proveedor de gas del bloque comunitario después de que Rusia redujera las exportaciones a raíz de la guerra de Ucrania, dando a la nación nórdica ingresos récord de su industria petrolera a medida que los precios se dispararon.
Según el ministro de Energía de aquel país, se prevé una alta producción de gas hasta 2030. Las estimaciones pasan porque el país nórdico coloque en el mercado unos 122.000 millones de metros cúbicos de gas este año, según las previsiones de principios de ejercicio. Esto son un 8% más con respecto de hace un año y récord si nos retrotraemos al último lustro.