Nissan Motor recortará 12.500 puestos de trabajo en todo el mundo para el año 2022 y reduciría la producción para controlar los costes, ya que sufre unas débiles ventas y unos crecientes costes y trata de recuperarse de un escándalo que rodea al destituido presidente Carlos Ghosn.

El segundo fabricante de automóviles de Japón también registró una caída del 98,5% en el beneficio operativo del primer trimestre, hasta los 1.600 millones de yenes (14,80 millones de dólares), mientras continúa luchando en Norteamérica, un mercado clave en el que se ha visto afectado por los crecientes costes derivados de los descuentos en los vehículos a fin de mantener el ritmo de las ventas de sus rivales.

Nissan había advertido de que registraría una fuerte caída en el beneficio neto el miércoles.

El fabricante de automóviles amplía los recortes de empleo anunciados inicialmente en mayo, mientras lucha por mejorar los sombríos márgenes de beneficio en los Estados Unidos, un mercado clave en el que Ghosn, durante años, había presionado para aumentar agresivamente la cuota de mercado durante su mandato como consejero delegado.

Los beneficios operativos de Nissan en el trimestre abril-junio se comparan con los 109.140 millones de yenes obtenidos en el mismo periodo del año anterior y no alcanzaron los 39.520 millones de yenes de media, según las estimaciones de ocho analistas recopiladas por Refinitiv.

El fabricante de automóviles mantuvo su previsión de obtener un beneficio anual de 230.000 millones de yenes en el año hasta marzo, una caída del 28% con respecto al año pasado y la más débil en más de una década.

(Reuters)