Tras más de 30 horas de reunión, la última de muchas desde el mes de mayo, finalmente Nissan ha llegado a un acuerdo con el comité de empresa por el que no se irá de Barcelona hasta diciembre de 2021 y no cerrará ninguna de las 3 plantas de la Ciudad Condal. También han acordado que no haya ningún despido hasta esa fecha aunque puede haber bajas incentivadas.
A cambio, la plantilla dejará la huelga indefinida que lleva a cabo desde hace tres meses y retomará la producción a finales de agosto. El acuerdo contempla un plan de acompañamiento social tanto en prejubilaciones como en bajas incentivadas.
Los trabajadores de entre 51 y 55 años podrán prejubilarse con convenio especial hasta los 63 años con diferentes porcentajes del neto: desde el 75 % hasta el 90 % de los nacidos en 1965.
En el caso de trabajadores que quieran desvincularse de forma voluntaria, recibirán, sin tope, 60 días por año trabajado, y a los que se vayan a la nueva empresa se les abonarán 50 días por año trabajado y un lineal de 750 euros por año de antigüedad, también sin tope.
Los empleados de Nissan, además, tendrán preferencia a la hora de optar a las contrataciones de los futuros inversores industriales que se instalen en las plantas de la automovilística.
Buscar un comprador para las plantas
Los trabajadores han estado en huelga desde principios de mayo, unas semanas antes de que Nissan anunciara la decisión de abandonar Barcelona como parte de un plan de recuperación global.
El líder sindical de UGT en Nissan, Javier Hernández, dijo que las plantas deberían reanudar gradualmente la producción a partir del 24 de agosto. Las fábricas, que emplean a unos 3.000 trabajadores e indirectamente a otros 20.000.
Debían cerrar a finales de este año, pero Nissan dijo recientemente que estaba abierta a posponerlo para dar más tiempo a las autoridades para encontrar otra empresa interesada en las unidades de producción.
Las partes se comprometen también, y de manera conjunta con las administraciones centrales y autonómicas, a favorecer la incorporación de proyectos industriales para reindustrialización de las plantas, "garantizando el empleo" a los trabajadores que se acojan a la medida durante los tres primeros años.
En caso de no poder garantizar la reindustrialización de las plantas, el acuerdo establece que los empleados que se hayan acogido al proyecto cobrarán las cantidades pendientes de percibir con un mínimo de 25.000 euros.