Nissan reconoce en un comunicado que no cumplió con el protocolo de medición de las emisiones de gas y economía del carburante y que los informes de inspección de sus fábricas de Japón se elaboraron con datos alterados. El fraude afecta a 19 modelos que la compañía comercializa en Japón y se produce después de una investigación interna que las autoridades le obligaron a acometer tras un primer escándalo en sus procesos de inspección.
Chimo Ortega, experto en motor y director de "Sobre ruedas" en Capital Radio analiza la falsificación de los controles de las emisiones realizadas por Nissan.
El segundo fabricante de coches de Japón, socio de Renault, ha detectado nuevas irregularidades que ya ha comunicado al Ministerio de Transporte japonés y dice que "se está llevando a cabo una investigación completa y exhaustiva de los hechos, incluyendo las causas y los antecedentes de la mala conducta". Dice Nissan que no está comprometida la seguridad de los modelos afectados y que las lecturas de kilometraje se ajustan a los niveles presentados en los catálogos de productos. La compañía reemplazará los sistemas de testado para final de julio.
En octubre del año pasado, Nissan admitió que durante décadas inspectores no certificados habían firmado los controles finales de los coches vendidos en el país, lo que provocó la retirada nacional de 1,2 millones de vehículos.
La japonesa no ha sido la única automovilística involucrada en las últimas horas en fraudes de emisión. Daimler ha comunicado esta mañana que ha paralizado la entrega de los motores de camiones por haber detectado niveles superiores a los permitidos en la emisión de óxido de nitrógeno.
Nissan falseó los test de contaminación de sus plantas de Japón
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