La adquisición, que se completará a finales del primer semestre de 2017, permitirá a Lloyds incrementar su presencia en el negocio de crédito al consumo y elevará en 650 millones de libras (775 millones de euros) su facturación, mejorando unos 10 puntos básicos al año su margen por intereses netos.
La transacción es la primera compra significativa que realiza Lloyds desde que fue rescatado por el Gobierno británico en la crisis financiera de 2008. Tras reestructurar y vender buena parte de sus activos desde entonces, la participación pública ha ido bajando del 45% a menos del 7% mediante colocaciones en Bolsa. UBS ha asesorado a Lloyds en la operación.
De este modo, al cierre de la transacción Lloyds confía en incrementar su cuota de mercado en el negocio británico de tarjetas de crédito desde el 15% al 26%.
Asimismo, Lloyds espera lograr sinergias de unos 119 millones de euros en los dos próximos ejercicios, una cifra equivalente al 30% de la base de costes de MBNA.