Este fin de semana los socios del Banco Popolare y del Banco Popolare di Milano han dado el visto bueno a la operación de fusión después de meses de negociaciones.

Será el tercer grupo bancario, con unos activos de 171.000 millones de euros, por detrás de Unicredit y de Intesa SanPaolo. La nueva entidad contará con 4 millones de clientes, unos 25.000 empleados, una cuota de mercado superior al 8%.

La fusión ha sido aprobada durante las juntas de accionistas celebradas en Milán y en Verona. En Verona, la sede de la Banca Popolare, cerca de 24.000 accionistas votaron a favor y 118 en contra. Más intensa fue la reunión en Milán, donde la votación fue mucho más ajustada. Un grupo de empleados jubilados se habían opuesto a la operación ya que consideraban el canje inapropiado. Finalmente 7.300 accionistas votaron a favor y 2.700 en contra.

Es la primera fusión bancaria en Europa después de que el Banco Central Europeo asumiese la vigilancia y control de los bancos europeos.

En el nuevo grupo, el 54% estará en manos de los accionistas del Banco Popolare mientras que el 46% pertenecerá a los socios de Banco Popolare di Milano.
Según el plan estratégico definido en el acuerdo, el grupo podría llegar a tener un beneficio normalizado de 1.100 millones en 2019 y las sinergias serían de 460 millones, de estas 140 millones por la reducción de 1.800 empleos y otros 110 millones ahorrados de gastos operativos.

La fusión se ve como un impulso para el primer ministro italiano Mateo Renzi que tiene por delante un referéndum crucial en diciembre sobre la reforma constitucional.
El ministro de finanzas italiano Pier Carlo Padoam ha aplaudido el acuerdo a través de Twitter “A great bank is born".