Ya es oficial. Microsoft se hace con la desarrolladora de videojuegos, Activision Blizzard, en un acuerdo valorado en 68.700 millones de dólares.
Esta es la mayor operación en el mercado realizada por la tecnológica fundada por Bill Gates y con la que quiere convertirse en un "peso pesado" en el sector del desarrollo del entretenimiento en línea.
A pesar de las denuncias por mala conducta dentro de las filas de Activision Blizzard, la tecnológica considera la operación un "buen movimiento" para acelerar su presencia en el negocio de los videojuegos.
“Los juegos son la categoría de entretenimiento más dinámica y emocionante en todas las plataformas en la actualidad y jugarán un papel clave en el desarrollo de plataformas de metaverso”, asegura Satya Nadella, presidente y director ejecutivo de Microsoft.
“Estamos invirtiendo profundamente en contenido de clase mundial, comunidad y la nube para marcar el comienzo de una nueva era de juegos que pone a los jugadores y creadores primero y hace que los juegos sean seguros, inclusivos y accesibles para todos”, añade en el comunicado.
Franquicias millonarias
Al cierre de la transacción, Microsoft se convertirá en la tercera compañía de juegos más grande del mundo por ingresos, detrás de Tencent y Sony. La adquisición planificada incluye franquicias icónicas de los estudios Activision Blizzard y King como “Warcraft”, “Diablo”, “Overwatch”, “Call of Duty” y “Candy Crush”, además de actividades globales de eSports a través de Major League Gaming.
La empresa tiene estudios en todo el mundo con casi 10.000 empleados.