Lyft es optimista ante su futuro a pesar de los resultados financieros negativos que presentó ayer. La empresa asegura que sus ingresos para 2019 van a crecer más de lo que se esperaba y que conseguirá hacerle frente al mercado al que se enfrentan. Sin embargo, Lyft tendrá que demostrar si realmente tiene las herramientas para cumplir estos objetivos.
La empresa de alquileres de coche con conductor ha ganado un 41% más de pasajeros en el último año y ya cuenta con más de 21,8 millones de usuarios activos. Asimismo, el ingreso medio por cada pasajero también se ha incrementado un 22% al pasar de los 32,67 dólares a los 39,77 dólares, situación que también beneficia a su principal enemigo, Uber.
Lyft y Uber, que salieron a bolsa en marzo y mayo, respectivamente, están luchando por satisfacer a los inversores en un ambiente difícil y competitivo en el que los consumidores siguen siendo muy conscientes de los precios, según los analistas de HSBC, Masha Kahn y Henning Cosman.
El director ejecutivo de Uber, Dara Khosrowshahi, quiere que los inversores valoren la fuerza de evolución de la "plataforma de la empresa", que, según él, algún día creará el mayor ecosistema de transporte moderno del mundo, incluyendo su servicio de viajes compartidos, su negocio de entrega de comida a domicilio, de rápido crecimiento, Uber Eats, su servicio de motos eléctricas, entrega de paquetes, vehículos de conducción autónoma e incluso coches voladores.
Los inversores buscarán señales del crecimiento de los ingresos y de que sigan en camino hacia la rentabilidad, que siguen siendo otra preocupación importante. Si Uber sigue perdiendo tanto dinero, debe mostrar a los inversores que aún puede crecer de manera significativa.
Pero no se espera que la pérdida provoque una venta masiva de las acciones, dijo Tom White, analista de D.A. Davidson. Wall Street sigue siendo optimista, con 23 analistas que le otorgan a Uber una calificación de compra. Once quieren retener sus acciones y solo una quiere vender, según los datos recopilados por Bloomberg.
Len Sherman, profesor adjunto de la Columbia Business School, ve a Uber como una empresa fundamentalmente condenada sin un camino hacia ganancias sostenibles. Su profecía llevará tiempo para desarrollarse, pero es inevitable y, según Sherman, "No hay nada en sus 10 años de operación que sugiera que va a mostrar una tendencia realmente positiva".
Por otro lado, se espera que ambas compañías se beneficien de una mejora en los precios de transporte, ya que van a reducir los descuentos, según Maynard Um, analista de Macquarie Capital.
Lyft, cuyo negocio se centra principalmente en el mercado de transporte de pasajeros de EE. UU., puede obtener mayores beneficios de un menor gasto en incentivos, mientras que Uber enfrenta una competencia más dura a nivel internacional y en los negocios de entrega de alimentos y transporte de mercancías.
"Este es un sector en el que algunas personas consideran que no se puede invertir dado lo poco rentable que es, cuán competitivo es el fluido y el alto riesgo de choque regulatorio para este modelo de negocio", según las declaraciones del analista de D.A. Davidson, Tom White, recogidas por Bloomerg.