El año que acabamos de cerrar ha sido bueno para las aerolíneas. Un precio del petróleo relativamente bajo y la recuperación de la economía española ha sido un estímulo para estas empresas y para los consumidores que se animan a viajar y Aena se ha beneficiado de ello. Prueba de ello es que la compañía cotiza muy cerca de los máximos históricos que alcanzaba en el mes de julio de 2017.
Los expertos subrayan que Aena es uno de los pocos valores que se ha mantenido en tendencia alcista desde que saliera a bolsa en febrero de 2015, "la OPV fue una incógnita pero lo cierto es que a día de hoy manifiesta un comportamiento impecable" según Antonio Castelo, de iBroker. Para el experto, hay argumentos que explican esta buena evolución como la generación de caja "de forma importante", la reducción de las deudas o los beneficios que obtiene a pesar de realizar provisiones.
Son muchas las luces que iluminan a la compañía pero existen sombras en el camino. Uno de los temores para Castelo es que Aena no cuente con planes de diversificación de su negocio. Atrás quedan las aspiraciones para expandirse a Brasil y Cuba. Con la nueva presidencia de Jaime García-Legaz, se estudia la posibilidad de entrar en el negocio de explotación de centros comerciales y hoteles.
Por otro lado, el tipo de cambio del euro, las subidas de precio del petróleo y un empeoramiento de la economía española, son factores que pueden lastrar a la compañía.
Con todo, el futuro de Aena podría pasar por la diversificación geográfica de su negocio o de que la economía española siga por el buen camino. Hasta ahora el comportamiento en bolsa es bueno pero veremos si en los próximos meses es capaz de superar los máximos históricos.
Luces y sombras en Aena
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