El Banco Santander insiste en su apuesta por retener a los accionistas y bonistas del Banco Popular mediante la compensación con bonos perpetuos que permitan a los pequeños inversores recuperar parte de su dinero. La entidad que preside Ana Botín ofrece 980 millones para compensar a los clientes y accionistas del Popular que perdieron su inversión, y ya ha logrado cubrir la emisión "al 50%", según su consejero delegado en España, Rami Aboukhair.
Este bono de fidelización está dirigido a los inversores minoristas que acudieron a la ampliación de capital de Popular en 2016 y a los que compraron bonos subordinados en 2011, lo que se aplica a más de 100.000 afectados. Estos bonos tienen una rentabilidad del 1% anual y son amortizables a partir del séptimo año, pero acogerse a esta medida supone renunciar a cualquier acción legal contra el banco y sus directivos por la resolución del Popular.
Quienes invirtieran hasta 100.000 euros podrán recuperar todo su dinero, los que destinaron entre 100.000 y medio millón optan al 75% y los que invirtieron entre 500.000 y un millón al 50%.
Bankia prevé lanzar un nuevo plan estratégico a tres años a principios de 2018.
La entidad prevé crecer en el negocio promotor para aprovechar el momento del sector inmobiliario español, pero de cara a final de año su prioridad es culminar la fusión con BMN tras obtener las autorizaciones pertinentes a mediados de diciembre. Aún así el consejero delegado de Bankia, José Sevilla, no descarta participar en nuevas operaciones corporativas siempre y cuando tengan lógica financiera e industrial.
Sevilla no contempla, sin embargo, aprovechar el fin de las limitaciones impuestas por Bruselas a finales de 2017 para expandirse en áreas donde Bankia tiene poca presencia. Sobre la devolución de las ayudas públicas, considera que a medida que cambie la política monetaria y suban los tipos de interés habrá oportunidades para que el FROB recupere lo máximo posible.
La mitad de los clientes y accionistas de Popular aceptan el bono de fidelización
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