Mientras Abengoa está al borde del colapso, una filial que vendió hace ocho años vive ahora uno de sus momentos más esplendorosos. Ha registrado el mayor beneficio de su historia este primer trimestre de 2021. Se llama Befesa y ahora cotiza en la Bolsa de Fráncfort después de que Abengoa la dejara escapar en 2013.
Te contamos su historia en este podcast de Expediente Abierto.
Quizá el nombre Befesa pueda sonar familiar a algún lector de este reportaje. No es de extrañar, porque la compañía empezó cotizó en España durante más de una década. Pero empecemos por el principio.
Befesa es una compañía de gestión de residuos industriales que surge en 1993 como una agrupación de varias sociedades, entre ellas la alemana Berzelius Umwelt Service. Esta decide sacarla a cotizar en las bolsas de Madrid y Bilbao en 1998.
La OPA
Es por aquel entonces cuando Abengoa pone el ojo en esta empresa. En el año 2000 la sevillana lanza una OPA por Befesa y se convierte en propietaria de más de la mitad de las acciones de la compañía. Entonces Abengoa gastó lo equivalente a 170 millones de euros en la adquisición del 50% del capital.
En aquel momento fuentes de Abengoa citadas por el diario El Pais explicaban que con esa compra se aseguraban el "liderazgo nacional" en el tratamiento de residuos industriales.
El grupo de ingeniería mantuvo una participación mayoritaria en Befesa durante más de una década hasta que en 2011 decidió apostarlo todo por ella y lanzó una OPA de exclusión para sacarla del mercado.
La venta
Pasó dos años como dueña del total de las acciones de Befesa hasta que en 2013 apareció una oferta. El fondo de capital riesgo Triton Partners, especializado en la inversión en empresas medianas que desarrollan su actividad en el sector industrial, de servicios, y consumo y salud, quería comprarla.
El propio fondo confiesa hoy en su página web que llevaba interesado en Befesa desde el año 2005, ocho años antes de lanzar la oferta de compra. Finalmente, la oferta se materializó y el acuerdo se cerró por 1.075 millones de euros.
De esa cantidad, 450 millones iban al pago de la deuda neta de Befesa y los 625 millones restantes eran ingresos para Abengoa. Con lo cual, el gigante de ingeniería sevillano sacó solo 625 millones de euros de una empresa que hoy vale en Bolsa el triple, 2.000 millones de euros.
Los años de Triton Partners
Después de este flashforward, volvamos al 2013, cuando Triton Partners compra la totalidad de Befesa a Abengoa. Bajo el poder de este fondo, Befesa se puso manos a la obra para crecer.
En ese tiempo Befesa invirtió 30 millones en una planta de reciclaje de aluminio en Alemania, compró una participación mayoritaria en Hankook R&M en Corea y duplicó su capacidad de reciclaje de acero con otra inversión de 25 millones. Además, adquirió el grupo Solarca, líder global en limpiezas químicas y soplado de aire y vapor.
En 2016, tres años después de haberla adquirido, Triton empezó a buscar un comprador a quien venderle Befesa. Tras un año de búsqueda fallida el fondo decidió sacarla a Bolsa. Pero esta vez no sería en España.
Befesa salió en la tercera bolsa de valores más grande del mundo después del New York Stock Exchange y el Nasdaq: la bolsa de Fráncfort. En 2017 la compañía se estrenó en Alemania con una valoración de algo menos de 1.000 millones de euros.
Ahora, cuatro años después de ese debut bursátil, Befesa vale 2.000 millones de euros, más del doble que cuando salió a Bolsa y más del triple de lo que ingresó Abengoa por ella cuando la vendió en 2013.
Casi como una señal de lo que estaba por venir en los próximos años, Abengoa se deshizo de una joya como Befesa solo dos años antes de solicitar su primer preconcurso de acreedores. Actualmente su matriz, Abengoa S.A. ya se prepara para la liquidación. ¿Habría cambiado algo la historia de Abengoa si los Benjumea no hubieran dejado escapar a Befesa?
