La división entre el Banco Santander y el actual CEO de Merlin Properties, Ismael Clemente, ha despertado el recelo de la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
El organismo pide explicaciones sobre por qué se pone ahora sobre la mesa la sustitución del consejero delegado de la compañía tras la petición de su principal accionista, es decir, la entidad presidida por Ana Patricia Botín con un 22,2% de las acciones de Merlin en posesión.
Es cierto que el malestar del consejo y el descontento en concreto de Javier García-Carranza, representante del Santander y presidente no ejecutivo de Merlin, no pillan por sorpresa.
No obstante, Julián Salcedo, doctor en Economía y presidente del Foro de Economistas Inmobiliarios, avisa de que hace unas semanas que se venían fraguando ciertos cambios ya. Lo que viene siendo un secreto a voces.
A pesar del peso en los títulos de la compañía, es cierto que la amplia presencia de independientes en el consejo de Merlin Properties complicaría las intenciones de García-Carranza.
Informaciones de otros medios aseguran que el consejero delegado, al conocer la noticia, ha señalado que "el objetivo del Santander es controlar la compañía y que el forma parte del estorbo para alcanzarlo".
La penalización que sufren hoy en bolsa las acciones de Merlin recortan el avance de la cotizada a apenas un 16% en lo que llevamos de año. Pero más allá de la tensión del mercado, no es tan fácil que se produzca la salida de Clemente.
Esther Gutiérrez, analista de Bankinter, ha sido clara con la decisión que han tomado al conocer la noticia esta mañana:."Hemos bajado nuestra recomendación a "vender", toda esta incertidumbre no le sienta nada bien", señala.
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Según Nicolas Fernández, director de análisis de Banco Sabadell, "es lógico que la cotización recoja cualquier incertidumbre sobre la compañía... aunque tampoco sería tan sencilla la salida de Clemente como CEO de la compañía solo a petición de un accionista".
Para el director de inversión alternativa de KauMarkets, Juan Esteve, más allá de un cambio en la directiva de la compañía, "lo que está penalizando el mercado es la incertidumbre".
Tras Santander, el segundo mayor accionista de Merlin es Manuel Lao, que controla un 8% del capital a través de Nortia Capital. Maravillosas las palabras y la acogida que le dedicó Ismael Clemente en su llegada a la empresa.
Por lo pronto, las discrepancias entre los altos miembros de la compañía serán tratadas esta tarde a las 19h en una reunión extraordinaria que se ha convocado con un único punto: el plan de sucesión o el cese de su actual consejero delegado.
