Iberdrola aspira a más. La energética aumentará  2.000 millones de euros sus inversiones en el periodo 2018-2022, hasta alcanzar los 34.000 millones en todo el mundo.  La compañía incrementa considerablemente sus inversiones en España, 8.000 millones de euros, un 40% más que en el plan anterior.

Según la actualización de las perspectivas estratégicas 2018-2022 del grupo, más de la mitad de la inversión en España, 4.200 millones, se destinarán a renovables con el objetivo de liderar la transición energética. Entre sus planes se encuentra el desarrollo de al menos 10.000 nuevos megavatios solares y eólicos para 2030, lo que supone casi triplicar su potencia actual en el país con estas dos tecnologías.

En cuanto a la inversión global, un 86% se dedicará a negocios regulados o con contratos a largo plazo. La compañía invertirá el 47% del total, unos 16.000 millones de euros, en redes y un 39% en energía renovable. Con todas estas inversiones, la capacidad instalada de la compañía en 2022 se habrá incrementado en casi un 40%.

Casi toda la inversión en redes, un 98%, está ya asegurada a través de marcos regulatorios definidos en los distintos países donde opera. Según Iberdrola, para cuando finalice el plazo de la estrategia, habrá incrementado un 34% el valor de sus activos regulados hasta situarlo en 38.900 millones de euros.

Redibuja sus objetivos al alza


Si el año pasado el objetivo se limitaba entre 3.500 y 3.700 millones de euros, la nueva hoja de ruta quiere alcanzar entre 3.700 y 3.900 millones de euros, un 30% más que el beneficio logrado en 2018. En cuanto a su resultado bruto operativo (EBITDA), la expectativa es que sea superior a 12.000 millones de euros, medio millón más que el valor establecido hace un año.

Iberdrola apuesta por un dividendo más ambicioso. Sí hace un año su objetivo era alcanzar 0,4 euros por acción, ahora la retribución marcada tiene como suelo ese máximo.