Los ataques de hackers se han convertido en verdaderas guerras para las empresas. Cada vez más estructurados y más sofisticados. Tan sólo en una semana, una gran empresa puede recibir hasta 1.500 ataques, según expertos del sector.

Hoy le ha tocado a una empresa alemana: T Mobile. Unos 15 millones de clientes estadounidenses del operador de redes móviles podrían haber sufrido el robo de sus datos personales. Unos datos que han sido robados a la agencia de crédito Experian que la operadora utiliza para conocer la situación crediticia de sus clientes.

Nombre, dirección, fecha de nacimiento y número de la seguridad social. Datos en manos de los cibercriminales, que por ahora, no han usado inapropiadamente según la empresa. Las cuentas bancarias y los números de tarjetas de crédito se han salvado del robo.
Tras el escándalo Snowden y el constante robo de datos, las autoridades norteamericanas vigilan con lupa a los data brokers: empresas que comercializan con ello, como explica, Adolfo Hernández desde Thiber.



 

¿Y en el futuro qué puede pasar? Uno de los escenarios más apocalípticos es que un hacker pueda acceder al sistema balístico de cualquier país. Según los expertos, desaparecería todo.



 

Precisamente en Asia se intensifican también los ataques contra organizaciones gubernamentales y compañías sobre todo del sudeste asiático. En un informe la empresa de seguridad FireEye advierte de que Asia tiene un 45% más de posibilidades de sufrir estos ataques que la media del resto del mundo. Países como Tailandia dónde las tensiones políticas han aumentado son más propensos a ser atacados.

Las empresas de telecomunicaciones, tecnología y los bancos asiáticos, en el punto de mira.