En el espacio Surus Segunda Oportunidad, Diego Castro Pardo, socio fundador de DICAP Abogados; María Díaz, Socio Director de SURUS y Responsable de Insolvencia; y Daniel Barrientos, Responsable Departamento Inmuebles de Surus, explican las consecuencias cuando eres cliente de una empresa y esta cierra con ejemplos como Dentix.
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En el espacio Surus Segunda Oportunidad, Diego Castro Pardo, socio fundador de DICAP Abogados; María Díaz, Socio Director de SURUS y Responsable de Insolvencia; y Daniel Barrientos, Responsable Departamento Inmuebles de Surus, explican las consecuencias cuando eres cliente de una empresa y esta cierra.
Existen varios supuestos de clientes afectados por el cierre de una empresa y sin posibilidad de contactar con ella. Diego Castro Pardo, socio fundador de DICAP Abogados, explica que pueden darse tres posibilidades: el cierre, también llamado “el cerrojazo”; la disolución y liquidación mercantil, y la solicitud de concurso de acreedores.
PROCESO CONCURSAL
Si una empresa solicita un concurso de acreedores, el invitado recomienda proveerse de un profesional especializado en la materia. Posteriormente, se realizaría una reclamación extrajudicial mediante una comunicación fehaciente, es decir, en forma de burofax o en última instancia, un correo electrónico o Whatsapp. Paralelamente, se debe indagar en el Boletín del Estado si se ha realizado ese concurso.
Una vez se conozca si se ha solicitado o declarado el concurso, se debe enviar una comunicación de crédito con todos los datos personales, el contrato firmado y los justificantes de pago. Diego Castro Pardo recomienda enviar esta información “cuanto antes” porque existe el riesgo de subordinar este crédito. Es decir, cuando un crédito no se comunica en tiempo y forma, si no está recogido en contabilidad, el administrador concursal podría subordinarlo.
Un proceso concursal tiene bis atractiva, es decir, una vez se ha abierto dicho procedimiento todo lo que se quiera hacer tiene que estar dentro del proceso. Por tanto, “presentar una demanda en un juzgado complicaría la situación”. Castro Pardo analiza cómo un afectado inicia un procedimiento judicial en paralelo al procedimiento concursal.
“La peor idea es ir a un juzgado”