General Electric considera la opción de separar los activos del grupo en varias compañías independientes.
Así lo ha comunicado el consejero delegado de la firma, John Flannery, tras reconocer un impacto negativo de 6.200 millones de dólares en su cartera de seguros durante una conferencia con analistas en la que se examina la estructura de la multinacional. La decisión definitiva se anunciará la próxima primavera.
Si esta decisión se lleva a cabo, sería el fin de GE como conglomerado. Flannery ya declaró el pasado noviembre que no había negocios que fueran sagrados y que todo estaba " sobre la mesa". Ahora señala que los objetivos se podrían conseguir con diferentes estructuras independientes.
El proceso de separación de los diferentes negocios será complejo. Flannery no ha aclarado cuales son los activos en los que estaría pensando que podrían cotizar por separado. Aunque al poco de asumir el cargo de consejero delegado sí expuso que su objetivo es que la nueva GE se centre en los negocios de energía, aviación y salud.
Según el directivo la compañía estaría valorando cuál es la mejor estructura para maximizar el potencial de sus negocios. El rendimiento del conglomerado durante los últimos años, refuerza su visión de que la compañía debe reestructurarse. General Electric ya ha recortado la mitad del dividendo y ha anunciado que iba a realizar desinversiones por valor de 20.000 millones de dólares.