Los esfuerzos de Gap empiezan a dar sus frutos. La minorista de ropa ha puesto fin a casi tres años de descensos trimestrales en las ventas de su marca Gap, que se han mantenido planas.
Ahora espera que sus ventas se estabilicen en 2017 para revertir estos años de descensos. Bajo el liderazgo de su CEO Art Peck, Gap intenta replicar el éxito de su marca de gama baja Old Navy, la mayor por ingresos, en sus negocios Gap y Banana Republic. Para ello, ha mejorado las líneas de sus productos, ha mantenido un menor inventario y ha refrenado sus costes.
Las ventas netas de la minorista han subido un 1% hasta los 4.430 millones de dólares en su cuarto trimestre, mejor de lo esperado. Y su beneficio neto ha subido un 2’7% hasta los 220 millones de dólares.
Ahora Gap mira al 2017 con optimismo: espera abrir unas 40 tiendas este año y quiere centrarse en sus marcas Athleta y Old Navy. Athleta es una marca de ropa firness para mujeres que incluye trajes de baño y ropa para hacer yoga, se trata de una de las pocas áreas en el comercio minorista que todavía muestra posibilidades de crecimiento.
Sin embargo, un pronóstico de ventas y ganancias planas se trata, en realidad, de una victoria relativa, porque no es la imagen de un negocio en crecimiento. Al igual que otras minoristas de ropa, Gap lucha contra los cambios en las preferencias de consumo. Los clientes se han acomodado y ahora prefieren comprar online o en en cadenas de moda rápida como H&M o Zara, que ofrecen ropa de tendencia a precios más bajos. Y en este sentido, Gap debe ponerse las pilas, porque en el negocio textil no todo es coser y cantar.
Gap vuelve a vestirse con optimismo
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