La Unión Europea marca un hito histórico con la entrada en vigor de la normativa MICA (Markets in Crypto Assets), el primer marco regulatorio integral para criptoactivos a nivel mundial. Esta regulación busca fomentar la transparencia, proteger al consumidor y garantizar la estabilidad financiera en el espacio de las criptomonedas.
¿Qué regula MICA?
Según explica Eloy Noya, director de innovación de la Barcelona Finance School, la normativa abarca principalmente "criptoactivos importantes como Bitcoin o Ethereum, las monedas estables ligadas a divisas tradicionales, y los proveedores de servicios cripto como los exchange".
Escucha las claves en la entrevista Capital:
Análisis de MICA, la primera regulación integral de criptomonedas en el mundo
Nuevas exigencias para operadores
La regulación establece que tanto los emisores de criptoactivos como los proveedores de servicios deberán registrarse y cumplir con requisitos específicos. "Los principales exchange ya han hecho los deberes", señala Noya, indicando que las nuevas iniciativas deberán "pasar por una criba bastante exhaustiva y bastante intensa de regulación".
Supervisión y control
La supervisión estará a cargo de la ESMA (Autoridad Europea de Valores y Mercados) a nivel europeo, con participación de los reguladores nacionales en sus respectivas jurisdicciones.
El debate sobre la innovación
Existe preocupación sobre el impacto en la innovación del sector. "Soy un poquitín escéptico y creo que puede coartar la innovación", admite Noya, quien advierte de que el mundo cripto "es un mundo que evoluciona muy rápidamente" y que depende de pequeños operadores para su desarrollo.
Posible influencia global
La normativa podría sentar un precedente internacional. Como señala Noya: "Se dice que sobre todo en Estados Unidos están mirando muy bien la regulación MICA para inspirarse bastante en esa regulación".
El impacto real de MICA en el desarrollo del sector cripto europeo está por ver, planteándose dos escenarios posibles: Europa podría quedarse rezagada en innovación o, por el contrario, su marco regulatorio podría atraer a inversores institucionales y minoristas que buscan mayor seguridad en sus operaciones con criptoactivos.