Correos ha presentado recientemente su nueva imagen corporativa, con un nuevo logotipo. Hasta ahí todo bien. Las críticas han venido cuando se ha sabido el coste de esta renovación de estilo: 250.000 euros.
¿Era un coste necesario? ¿Es un precio normal para el rediseño de una imagen corporativa?
Vayamos por partes: Correos nació hace 300 años, para cubrir las necesidades de comunicación y a día de hoy es la empresa estatal de servicio postal. Con este cambio de imagen, quiere adaptarse a los nuevos tiempos, a la cultura digital. El logo que había hasta ahora no era el original de hace tres siglos, pero ya tenía 20 añitos de edad.
Como era de esperar, al conocerse el elevado coste de esta decisión, tanto PP como (y sobre todo) Ciudadanos, han criticado duramente al Gobierno de Pedro Sánchez por llevarla a cabo. Pero lo cierto es que fue el equipo directivo de la etapa de Mariano Rajoy quien licitó ese contrato y, además, se adjudicó por menos dinero.
Toni Roldán, portavoz de Ciudadanos en el Congreso, se quejaba a través de Twitter, señalando que el actual presidente de la empresa postal, Juan Manuel Serrano, "exjefe de gabinete de Sánchez puesto a dedo en la empresa pública más grande de España, se acaba de gastar 250.000 euros en cambiar... el diseño del logo de Correos".
Se sumaban también a la indignación colectiva contra el gobierno de Sánchez otros cargos de Ciudadanos, como Ignacio Aguado, o desde el PP, Sergio Ramos Acosta, senador por Gran Canaria.
Bueno, pues la adjudicación viene del año 2017, durante la etapa del gobierno de Mariano Rajoy. El anterior máximo responsable de la empresa era Javier Cuesta Nuin (designado por el PP en 2012 y que dio el visto bueno al proyecto). Pues se firmó un contrato de licitación por casi 140.000 euros.
La agencia de diseño elegida para la tarea, Summa, ha trabajado haciendo diseños para RTVE o para el Fútbol Club Barcelona. Al parecer, fue la empresa que presentó el presupuesto más bajo de las tres que se presentaron para la tarea. Previamente, en 2016, se habían publicado las condiciones técnicas y se establecía un plazo de ejecución de 12 meses a partir de la firma del contrato y un presupuesto máximo de 250.000 euros, IVA no incluido. Es decir, que sí, había un tope de 250.000 euros, pero finalmente ha costado 140.000.
También se ha dicho que lo único que se ha hecho ha sido cambiar mínimamente la imagen del logotipo. Pero el proyecto, además, incluye el diseño de una tipografía única y exclusiva para Correos, una línea de dirección de arte, en la que se basarán las campañas que haga la firma, elementos de identidad adicional (por ejemplo, la etiqueta de Correos) y una estrategia de comunicación.
¿Es una cantidad desorbitada?
Para los profesionales del diseño, teniendo en cuenta todo lo que implica el diseño (no solo cambiar el logotipo sin más, sino rediseñar todo el material relacionado con Correos, pasando por la web, motos de reparto, sobres, etiquetas, cambios en fachadas, uniformes y demás), y comparando con el coste del rebranding de algunas grandes marcas del mercado, 140.000 euros no es una cantidad excesiva.
En el top de estas marcas se sitúa BP, la petrolera pagó un total de 221 millones de dólares por el rediseño de su marca. El diseño del nuevo logo lo realizó Landor Associates y se inició en 2001, pero dada la envergadura no estuvo finalizado hasta 2008. La idea pretendía hacer un lavado de cara para que la compañía tuviera una mirada más amable y ecologista (un precio en imagen gráfica que de poco sirvió a raíz del accidente que tuvo lugar en las costas canadienses en 2010).
Pepsi también renovó su imagen al completo en 2008. El nuevo logo de la marca de refrescos fue diseñado por Arnell Group y la factura alcanzó un millón de dólares, un precio que a pesar de quedar muy lejos del importe pagado por BP, está muy pero que muy por encima del de Correos.
El logo de la BBC fue rediseñado en 1997 por Lambie-Narin. Su coste fue 1.800.000 dólares.
Tirando ya un pelín más por lo bajo, el diseño del logo de las Olimpiadas de Londres tuvo un coste de 625.000 dólares y fue desarrollado por Wolff Ollins en 2007. Posiblemente, este diseño pase a la historia como uno de los logos que más se recuerden, a pesar de las críticas y la polémica que despertó.
En 1986, Steve Jobs pagó a Paul Rand 100.000 dólares por el logo de Next.
El logo de Nike en sí sólo contó con 35 dólares y fue diseñado por Carolyn Davidson en 1975. Este precio sólo incluía el anagrama y posteriormente se fue redefiniendo el concepto (al igual que en Google y Coca-Cola). Con el tiempo, Nike ha ido pagando hasta unos 600.000 dólares para completar el diseño de su marca.
Dos casos un poco diferentes son el de Coca-Cola y Google. Ambas grandes compañías no han pagado ni un solo dólar por el diseño de sus logos. En el caso de Coca Cola, el logo lo diseñó Frank Mason Robinson en 1885 y ha ido sufriendo cambios a lo largo de los años. El logo de Google fue diseñado en 1997 por Sergey Brin y se mantiene prácticamente igual que el primer día