El escándalo del Dieselgate vuelve a dar dolores de cabeza a Volkswagen. Ahora, en el centro del huracán está el que fuera su CEO Martin Winterkorn, que ha sido acusado por hasta tres delitos en relación al escándalo de las manipulaciones de software en cientos de miles de vehículos para burlar el control de emisiones de diésel.
Se le acusa por malversación, evasión fiscal y falsedad de documentos entre noviembre de 2006 y septiembre de 2015. La fiscalía alemana de Brandschweig considera que el entonces CEO incurrió en una estafa porque sabía de las manipulaciones del software desde el mes abril de 2014 pero no las comunicó de inmediato.
De hecho, bajo el conocimiento y la responsabilidad de Winterkorn, Volkswagen elaboró un software supuestamente actualizado que en realidad servía para mantener el engaño de las manipulaciones. Así que ni informó sobre ello ni evitó que continuara en funcionamiento el software.
La fiscalía alega que estas actuaciones de Winterkorn ocasionaron pérdidas elevadas para la empresa en forma de multas tanto en Alemania como en Estados Unidos que se podrían haber evitado si Winterkorn hubiera actuado.
Volkswagen no ha querido pronunciarse al respecto. Ha preferido no hacer comentarios porque dicen que no forman parte del proceso judicial. Mientras tanto, Winterkorn sigue en Alemania. Pero no es el único acusado por la fiscalía alemana: también se ha presentado cargos contra otros cuatro ejecutivos de la compañía.