Diez fiscales de Estados Unidos han presentado una demanda para bloquear la fusión entre las compañías telefónicas más grandes del país, T-Mobile y Sprint, por un valor de 26.000 millones de dólares. Los fiscales alegan que será negativo para los consumidores.
Nueva York y California encabezan la queja conjunta entre los estados de Colorado, Connecticut, el Distrito de Columbia, Maryland, Michigan, Mississippi, Virginia y Wisconsin. Señalan que esta unión reduciría significativamente la competencia –a solo 3 operadores nacionales– y permitiría elevar los precios a los consumidores.
Aunque AT&T y Verizon dominan el mercado móvil digital del país, T-Mobile y la marca prepago de Sprint (Boost Mobile) son las más populares entre la población con rentas bajas, por ello ambas se han comprometido a no modificar sus tarifas durante tres años. Otra propuesta ha sido la opción de venta de Boost Mobile, reduciendo así su cuota de mercado prepago conjunta (actualmente Boost tiene el 83% de la población con ingresos menores a 75.000 dólares al año).
Sin embargo, los estados también se muestran reacios a esa venta porque entienden que la marca prepago seguiría dependiendo de otro operador para proporcionar acceso a la red, lo que le hace dependiente y no sirve como medida anticompetitiva.
Mientras se negocia, la división antimonopolio del Departamento de Justicia de EE.UU. ha recomendado que se bloquee el acuerdo, pero de momento no han tomado una decisión firme por parte de las cortes. Por su parte, las dos empresas se mantienen en contacto con los reguladores para presionar esa aprobación a través de Marcelo Claure (director ejecutivo de Sprint) y John Legere (T-Mobile).
Queda por conocer la posición de Makan Delrahim, jefe de la división antimonopolio del Departamento de Justicia, y quién será el juez asignado a la demanda de los estados.