Deutsche Bank España ha liderado en los últimos años la financiación de operaciones exportadoras de empresas españolas en países emergentes que, en su conjunto, han requerido una financiación del entorno de 10.000 millones de euros, siendo el proyecto más destacado la refinería de Talara (Perú), de Técnicas Reunidas.
A través del equipo de Structured Trade & Export Finance (STEF), Deutsche Bank España ha detectado nuevas oportunidades para empresas españolas en Oriente Medio, Egipto, Angola, Camerún, Senegal, Costa de Marfil, Tanzania, Uganda, Paraguay, Ecuador o Irak, entre otros. La entidad se mantiene, sin embargo, prudente respecto a Venezuela, Gabón o África Subsahariana.
La división -que ha financiado tradicionalmente operaciones de empresas españolas en mercados emergentes como Latinoamérica, África u Oriente Medio- se ha marcado como objetivo incrementar un 20 % anual el volumen financiado hasta 2020.
Desde que en 1994 Deutsche Bank España inició la actividad de crédito a la exportación fuera de Alemania, ha financiado en su mayoría proyectos de exportación de empresas españolas en el ámbito de las infraestructuras (carreteras, puentes, proyectos integrales de agua); oil&gas; generación y transmisión eléctrica, plantas renovables y tradicionales, así como infraestructuras sociales sanitarias y educativas.
El principal proyecto en el que ha participado esta división ha sido la modernización de la refinería de Talara, en Perú, adjudicada a Técnicas Reunidas y que requirió una financiación global de 1.300 millones de euros, en la que además de Deutsche Bank figuraban otras entidades financieras.
Se trata además de la operación más grande en la que ha estado involucrada Cesce (Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación).
Según han señalado Iñaki Ramiro y Eduardo Más, que forman parte de este equipo, aunque las necesidades dependen de cada país, África está demandando infraestructuras sociales, ferroviarias, proyectos de agricultura y agroindustriales, mientras que Argentina, por ejemplo, precisa de un gran plan de inversiones tras 15 años de parálisis.
La compañía, que financia no sólo a la empresa vendedora sino a la compradora, participa en operaciones que van desde los 10 a los 2.000 millones, aunque en su mayoría se trata de actuaciones en el entorno de los 30-50 millones en las que existe un fuerte apoyo de las autoridades españolas como Cesce o ICO para hacer frente a posibles impagos y que permiten además dar plazos más largos y ofertas más atractivas.
La presencia del ICO reporta de hecho una ventaja competitiva que permite a la entidad prestar a tipos de interés fijos a largo plazo, eliminando así el riesgo ante un cambio de tipos.
Con un equipo de nueve personas, este departamento de Deutsche Bank financia también a pymes con proyectos de 8-10 millones de euros.
Entre los principales riesgos a la hora de salir al exterior se encuentra la inseguridad jurídica, los problemas para la repatriación de la moneda, la desviación de fondos para la financiación o la seguridad civil.
DB busca proyectos para empresas españolas en países en desarrollo
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