Las mascotas son el objetivo de las compañías alimentarias tradicionales. Nestlé, Mars o General Mills son sólo algunas de las empresas que han hecho adquisiciones recientes.
La jugada más reciente la protagoniza J.M. Smuckers, una compañía que fabrica, entre otras cosas, manteca de cacahuete o mermeladas. Ahora quiere también su tajada en el mercado de la comida para mascotas y por ello compra Ainsworth Pet Nutrition por 1.900 millones de dólares. Smuckers espera unas ventas netas de 800 millones de dólares en el primer año posterior al acuerdo.
¿Pero por qué hay tanta devoción por entrar en el mercado de comida para mascotas? Para empezar, porque cada vez hay más mascotas en EEUU. Más mascotas, más gasto en cuidados. Actualmente, hay 89’7 millones de perros en los hogares estadounidenses, un 17% más que en 2015. Y hay 95’6 millones de gatos, un 11% más que en 2015. No es de extrañar que el mercado de comida para mascotas crezca tres veces más rápido que las ventas de alimentos envasados.
Este mercado mueve 30.000 millones de dólares al año. Y todas las empresas de comida tradicional quieren participar en él. En Febrero, General Mills, propietaria de los cereales Cheerios, compró la marca Blue Buffalo por 8.000 millones de dólares.
Nestlé actualmente es dueño de Purina, que tiene marcas muy conocidas como Friskies o Cat Show. Mientras que Mars ahora es propietaria de Pedigree y Whiskas. La oportunidad para hacer negocio ahora está en las mascotas.
Comida para mascotas, el objeto de deseo de las gigantes alimentarias
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