Miramos al campo y su desayuno. Kellogg, la mítica marca de cereales, las de los de maíz, busca crecer. Dice que puede hacerlo y que el mercado la apoya, que tiene potencial. ¿Cómo lo va a hacer?
De momento a través de un split. De una empresa quiere pasar a ser tres o dos porque abre la puerta a vender parte de su negocio. ¿Cómo ven los expertos una operación como esta? ¿Por qué ahora?
Escucha la historia completa en este podcast de Mercado Abierto:
La de alimentación cree que es el momento de dividir la compañía en tres nuevas cotizadas para aprovechar "al máximo" la oportunidad de mercado
Corn Flakes fue la marca que los llevó al estrellato. Sin embargo, y aunque ahora sean el desayuno en excelencia de miles y miles de casas a lo largo y ancho del planeta, la historia de este ‘maíz frito’ se encuentra con más de una derivada.
Lo primero, hablamos de orígenes.
Porque los Corn Flakes de Kellogg fueron desarrollados hace tiempo, a finales del siglo XIX. Pero la motivación no pueden ni vislumbrarla: combatir la masturbación.
¿Y esto por qué? Pues porque John Harvey Kellogg era médico. Estaba obsesionado con que la masturbación era el origen de todo el resto de las enfermedades. El licenciado consideraba que los alimentos animales incentivaban el deseo sexual y que los alimentos vegetales lo desincentivaban.
Dicho de otro modo, Kellogg creía que sus cereales a base de avena y maíz funcionarían como antiafrodisiaco. Solo había que añadirles leche y de azúcar para hacerlos más "comestibles".
Teniendo en cuenta estos orígenes aclarar que John Harvey Kellogg no fue quien fundó la compañía que hoy en día vemos cotizar en la Bolsa de Nueva York.
En realidad, ese fue su hermano Will Keith Kellogg. Ambos crearon juntos la compañía Sanitas Food Company para vender cereales integrales, pero ciertas disputas sobre cómo gestionar el negocio los separó profesionalmente.
De aquí a 1922 fue cuando Kellogg se lanzó al estrellato. La venta y distribución de las hojuelas de maíz tostado, conocidos como Corn Flakes, explosionó definitivamente.
Una empresa sobrevalorada
Occidente compró entonces la idea. Los cereales conquistaron al mundo ya ahora, porque la empresa cree que tiene potencial, se rompe.
Se rompe, pero porque quiere y de buena manera. Lo hace porque tiene un problema. Los ingresos están estancados desde 2012. No puede más y sale hacia delante huyendo.
Los analistas consultados por Capital Radio nos dicen que también puede ser que la empresa (y en particular el mercado) piense que está sobrevalorada. El título firma sobre los 46,53 dólares, pero subiendo hoy tras conocerse la noticia de que de una firma pasará a ser tres.
El flujo de caja es estable. El dividendo crece año a año (lleva así ya 17) y, aun así, ve que el mercado no los recompensa como debiera.
El mayor problema de Kellogg radica en el estancamiento de sus ingresos: desde 2012 hasta la actualidad prácticamente no ha habido crecimiento, si consideramos el intervalo de tiempo desde 2013 hasta la actualidad incluso ha habido un deterioro.
Los márgenes de beneficio se han mantenido en línea con los valores históricos, pero con ingresos planos, la empresa está destinada a debilitarse. ¿A qué se debe esto?
Principalmente al mercado en el que opera Kellogg. Ese mercado, el del consumo, ha estado saturado durante años y las tasas de crecimiento ahora también son muy bajas. Más del 50 % de los ingresos de Kellogg provienen de los Estados Unidos, pero el desarrollo de este a largo plazo apenas se espera que sea del 3%.
Futuro en Asia-Pacífico
Y aquí más datos: los ingresos procedentes de Asia Pacífico han aumentado un 120 % desde 2017 hasta la fecha, pero en América del Norte ha habido una disminución del 5,7 %. Dado que América del Norte es responsable de más del 50 % de los ingresos de Kellogg, este es un resultado preocupante. En cuanto a Europa, se ha registrado una mejora del 17%, mientras que América Latina el impulso del negocio ha sido de hasta el 5,6%.
Los productos, en otro orden de asuntos, están en entredicho porque no son todos lo sanos que debieran. Mucho azúcar y sal para niños, principales consumidores. A pesar de esto, la firma espera un incremento del 4% de los ingresos, pero la inflación y las métricas del mercado del cereal ponen en entredicho estos números.
Así las cosas, ¿cuánto vale Kellogg? Unos 47.000 millones de dólares. Y por eso busca dividirse en tres. La separación refleja la expansión de Kellogg más allá de sus raíces como fabricante de cereales para el desayuno. La pandemia generó una mayor demanda de productos envasados y bocadillos, mientras que los alimentos de origen vegetal también han ganado popularidad en los últimos años.
Kellogg espera separar primero la unidad de cereales, y ambas transacciones se completarán a fines de 2023. Aunque a esta última podría buscarle la alternativa de la venta. De momento, Kellog evoluciona y de aquellos cereales para combatir el deseo sexual hablamos ahora de tres compañías que, eso sí, prometen con llenar nuestras mesas para cuando tengamos hambre.